La planificación en las comidas no es difícil, pero requiere cierta técnica para asegurar una alimentación saludable y apropiada. El trabajo inicial de la elección del menú reporta después ventajas en salud, tiempo y economía.
El menú en cada casa será diferente, dependiendo del número de miembros de la unidad familiar, de sus necesidades dietéticas, gustos personales y del presupuesto que decidan destinar a su alimentación. Sin embargo, siempre habrá que empezar por planear las comidas y luego habrá que ver la manera de tener la despensa abastecida. Aquí se muestran algunos consejos que le ayudarán en estas tareas:
–Empiece por definir el plato principal y luego continúe con el resto.
–Prepare comidas de olla, que satisfacen más, normalmente son más baratas y lleva menos tiempo la limpieza de la cocina.
–Haga una lista exhaustiva con los productos necesarios para su suministro.
–Si necesita alimentos no perecederos puede realizar la compra para más de una semana, siempre que disponga de sitio para almacenarlos. Valore la posibilidad de hacer un pedido.
–Utilice frutas y verduras de temporada, no importadas, ni de invernadero, que son más caras.
–Al hacer las compras, compare el precio por kilo de los productos y lo que cunden. Tenga en cuenta también su envase, el etiquetado, la presentación y su estado de conservación.
–A la hora de cocinar, aunque no será posible en todos los guisos, si prepara el doble de cantidad podrá congelar parte y dejarlo para cuando lo necesite.
Haga la prueba y verá cómo, si invierte un poco de tiempo y planea la compra por adelantado, se lo agradecen su estómago y su bolsillo.
