Alimentos que mejoran la sequedad bucal

Escoger productos que requieren una masticación vigorosa, como la zanahoria cruda, aumenta la producción de saliva
Por EROSKI Consumer 2 de julio de 2001
Img zanahoria pepinillo
Imagen: Andy Wright

La saliva es un líquido complejo, producto de la secreción de las glándulas salivales. Es un fluido incoloro, inodoro, algo espumoso y muy acuoso, que contiene un 99% de agua. Tiene funciones muy específicas en el mantenimiento y protección de los tejidos orales. Lubrifica y limpia la cavidad oral, aporta propiedades antibacterianas, antivirales y antifúngicas y ayuda a la masticación, a la deglución y a la digestión. Además, promueve el gusto y contribuye al mantenimiento y remineralización de los dientes. Cuando disminuye la producción de saliva, aparece la sensación de sequedad bucal o xerostomía, que aumenta las dificultades para tragar alimentos y empeora la situación en caso de disfagia. Un estímulo efectivo para aumentar la producción es masticar de forma correcta los alimentos.

Es frecuente que muchas personas mayores se quejen de sensación de «boca seca». Una de las causas principales es la menor secreción de saliva. Esto puede deberse a las propias modificaciones que se producen en el organismo durante el proceso de envejecimiento, a ciertas enfermedades, al empleo de fármacos xerogénicos o a una mala hidratación. La incapacidad de tener la boca húmeda y limpia aumenta la aparición de caries y de enfermedades bucales como la gingivitis o infección de las encías.

Alimentos que ayudan

Una de las ayudas para aumentar la producción de saliva es masticar bien los alimentos, ya que se permite exprimirlos al máximo y extraer más cantidad de agua. Se aconseja escoger los productos que precisan una masticación vigorosa, como la zanahoria cruda, los tallos de apio y la manzana u otras frutas poco maduras.

Los platos caldosos, con jugo o salsas previenen la sequedad bucal

Como ayuda para generar más saliva, entre las comidas se pueden masticar chicles sin azúcar, que requieren un movimiento continuo de la mandíbula, mantener objetos en la boca, como huesos de aceituna o granos de café, y chupar regaliz de palo. Este último no está indicado en casos de hipertensión arterial.

El ácido cítrico es un potente estimulador de la secreción salival. Es posible tomar bebidas que lo contengan en forma de aditivo (E330) o añadir limón al agua. Como la sequedad bucal reduce la capacidad de saborear y deglutir los alimentos, los platos deben ser caldosos, jugosos o ir acompañados de salsas. La hidratación es fundamental. Se aconseja beber abundante agua u otros líquidos (sopas, infusiones, zumos…) mediante pequeños sorbos y con frecuencia. También es recomendable deshacer cubitos de hielo en la boca para aliviar la sensación de sequedad.

Entre horas, se debe evitar comer alimentos secos o pegajosos, que pueden quedar adheridos al paladar, como los frutos secos, galletas, biscotes, tostadas de pan o gominolas. Los caramelos se chuparán hasta que se deshagan por completo, en lugar de masticarlos, para evitar que se peguen a los dientes.

El café y el alcohol causan xerostomía, en particular si se toman en exceso. Por el contrario, el té verde es una buena alternativa. Por su riqueza en flúor, contrarresta las caries. Algunas soluciones preparadas con sales, como el potasio, cloro, sodio, magnesio, calcio, fósforo y flúor remineralizan los dientes.

Higiene bucal

Hacer enjuagues de agua con sal, con bicarbonato sódico o con infusión de jengibre (con capacidad antibacteriana) varias veces al día son medidas de higiene bucal. Alivian la sensación de sequedad, ayudan a tener la boca húmeda y generan un efecto de frescor y limpieza. El cepillado de los dientes es fundamental para reducir el riesgo de caries.

Los fármacos son a día de hoy uno de los mayores responsables de la disminución de flujo de saliva. Se debe consultar con el médico si la sequedad bucal es muy molesta. El especialista analizará la posibilidad de buscar un fármaco alternativo o recetará preparados que contrarresten el malestar.

Combatir la halitosis

El mal olor del aliento, o halitosis, es una de las consecuencias de la sequedad bucal. Algunos alimentos como el ajo y la cebolla favorecen este malestar. En algunas personas, el consumo de col, pepinillos y café causan este problema. El alcohol y el tabaco son otros causantes del mal aliento.

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