Alimentos triturados en las guarderías: ¿recomendables para los niños o cómodos para los adultos?

Los alimentos triturados se recomiendan solo para los bebés que tengan entre seis meses y un año de edad y su contenido debe estar detallado
Por Alma María Palau Ferré 7 de enero de 2013
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Imagen: subewl

Los alimentos triturados solo son adecuados para llevar a cabo la transición de la alimentación del bebé a partir de los seis meses, cuando comienza una etapa de transición denominada ?alimentación complementaria, hasta que el pequeño alcanza un modo de alimentación normal, que no debe ser más allá de los diez o doce meses de edad. Así lo recomienda la Organización Mundial de la Salud. En las guarderías y escuelas infantiles, los alimentos triturados se sirven a diario, ¿pero son recomendables para los niños o suponen, en realidad, una comodidad para los adultos? El siguiente reportaje explica qué información deberían recibir los padres acerca de los alimentos triturados, qué normativa regula este tipo de alimentación, qué alimentos deben incluirse entre los triturados y cómo deberían diseñarse estos menús.

Mantener la ingesta de alimentos triturados más allá de los 12 meses dificultará la adaptación a una alimentación normal y afectará al estado nutricional del niño

A partir de los 12 meses de edad, casi todos los niños están preparados para comer los mismos tipos de alimentos que un adulto, tanto en variedad como en consistencia, aunque se deben evitar aquellos que puedan provocar atragantamientos, como los frutos secos, la uva con piel o los caramelos. El Consejo Europeo de Información Alimentaria (EUFIC) advierte de que mantener la ingesta de triturados más allá de esa edad dificultará, con toda probabilidad, la adaptación del niño a una alimentación normal y que esto le afectará de manera negativa en su estado nutricional en los próximos años de vida. Los expertos en nutrición también apuntan que el triturado no ayuda a diferenciar el sabor de los alimentos y que este es un aspecto muy importante. En estas edades es cuando los niños abren más su paladar a nuevos sabores y, cuanto más puros sean estos, mejor.

¿Qué información deben recibir los padres sobre los alimentos triturados?

Según la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición, las escuelas infantiles deben proporcionar a las familias de todos los comensales, incluidos aquellos con necesidades especiales (intolerancias, alergias alimentarias u otras enfermedades que así lo exijan), la programación mensual de los menús, de la forma más clara y detallada posible. Además, orientarán con menús adecuados para que la cena sea complementaria con la comida del mediodía y pondrán a disposición de las familias, tutores o responsables de los niños la información de los productos utilizados para la elaboración de los menús, de acuerdo a las normas sobre etiquetado de productos alimenticios.

Es bastante habitual que en las guarderías y en las escuelas infantiles se publicite un menú con la siguiente información:

  • Puré de pollo y verduras.
  • Yogur, fruta o zumo.

Cuando lo correcto sería indicar:

  • Puré de pollo y verduras (pechuga de pollo, patata, zanahoria, cebolla, aceite y sal).
  • Triturado de frutas (manzana, pera y naranja).

Alimentos triturados: ¿hay alguna normativa que los regule?

La normativa que regula este tipo de alimentos es la citada Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición. En su artículo 40, señala que las autoridades competentes velarán para que las comidas servidas en escuelas infantiles sean variadas, equilibradas y estén adaptadas a las necesidades nutricionales de cada grupo de edad. También apunta que serán supervisadas por profesionales con formación acreditada en nutrición humana y dietética, algo que refrenda la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).

Por su parte, los tecnólogos de alimentos, expertos en seguridad e higiene alimentaria, subrayan que un triturado implica una mayor manipulación del plato y, en consecuencia, requiere de mayores medidas de higiene y seguridad para evitar cualquier contaminación. Aunque la normativa no obliga a ello, los expertos recomiendan que, en el caso de comidas transportadas, el plato se triture en el lugar de destino si reúne condiciones higiénico-sanitarias suficientes.

Alimentos que deben incluirse en los triturados

Durante los seis meses de adaptación entre la lactancia y la alimentación normal, es importante ofrecer la máxima variedad posible de alimentos al niño. Los alimentos que deberían incluirse en los triturados son los siguientes:

  • Lácteos: leche, yogur y queso.
  • Carnes: pollo, pavo, conejo, jamón cocido, ternera, cerdo y cordero.
  • Pescados: blanco sin piel, azul fresco y en conserva.
  • Huevo: clara, yema o entero.
  • Cereales: sémola de trigo, sémola de arroz, tapioca, pan tostado.
  • Verduras: calabacín, calabaza, cebolla, acelga, espinaca, judía verde, puerro, espárrago, coliflor, corazón de alcachofa.
  • Hortalizas: tomate sin piel.
  • Tubérculos: patata.
  • Legumbres: guisantes, lentejas, judías y garbanzos.
  • Frutas: manzana, pera, plátano, melocotón, naranja, fresas, etc.
  • Grasas: aceite de oliva, aceite de girasol, mantequilla, nata.

Sin embargo, algunos tendrán que incluirse de manera progresiva:

  • 6-7 meses: sin cordero, pescado, huevo, pasta o legumbres.
  • 8-9 meses: sin pescado, huevo o legumbres. Se introducen el cordero y la pasta.
  • 10 meses: sin clara de huevo, ni legumbres. Se introducen el pescado y la yema.
  • 11 meses: sin clara de huevo. Se introducen las legumbres.

¿Cómo deberían diseñarse los menús con alimentos triturados?

La recomendación actual de los expertos en nutrición es que un menú saludable -esto es, lo que consumimos en una comida o una cena- debe contener siempre cinco elementos:

  1. Un aporte de cereales o granos: pasta, arroz o legumbres.
  2. Un aporte de vegetales: verduras, hortalizas o tubérculos.
  3. Un aporte de proteínas: carnes, pescado o huevo.
  4. Un aporte de fruta.
  5. Agua como bebida.

En lo que respecta a la proporción de estos alimentos, los cereales o granos, los vegetales, las proteínas y las frutas deberán consumirse en las mismas cantidades, es decir, 100-125 g de cada alimento, ya cocinado. Si acaso, la fruta y la verdura han de ser los alimentos más cuantiosos del menú.

  • El huevo es recomendable para los niños a partir de un año, 4 o 5 veces por semana, por lo que dos veces podría ponerse en el menú de la guardería. Es un alimento interesante para el desarrollo neuronal en estas edades.
  • El pescado es recomendable para los niños de 2 a 3 veces por semana. Por tanto, consumirlo en la guardería una vez a mediodía sería suficiente. Además, si es pescado azul, debe ser pequeño: es preferible que coman el pescado blanco en la guardería, a menos que se recurra al atún en lata o se puedan evitar las espinas al 100%.
  • Las carnes deben alternarse entre rojas y blancas, y eliminar siempre la grasa visible.
  • El postre más recomendado en las comidas y en las cenas es la fruta. Conviene dejar el lácteo para el desayuno, la merienda y la toma antes de irse a dormir.

Es importante recordar que los niños de 1 a 3 años tienen una velocidad de crecimiento muy superior a la de los adultos. Por ello no sorprende que a la edad de 2 años parece que, en ocasiones, comen más que nosotros. Mientras que el adulto necesita entre 30 y 35 kcal por kg de peso, un pequeño de estas edades requiere unas 100-105 kcal por kg de peso; en proporción, tres veces más que los adultos.

Por lo tanto, si los niños pesan entre 9 y 10 kg cuando tienen un año, entre 13 y 15 kg cuando tienen dos y se mantienen en ese peso al cumplir los tres años, esto quiere decir que sus requerimientos energéticos oscilan entre 900 y 1.500 kcal al día, según el peso y la edad. Dado que la comida del mediodía debe aportar el 35% del valor calórico diario, esta debe rondar entre 315 y 525 kcal.

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