Los antinutrientes están presentes de forma natural en gran cantidad de alimentos vegetales como verduras, hortalizas, frutas, legumbres, cereales… Pero también los hallamos en algunos productos de origen animal, como los huevos o la leche de vaca. Para todos ellos, estas sustancias funcionan como protectores ante intrusos como las bacterias. Pero ¿y qué son para nosotros? ¿Por qué los llamamos antinutrientes? En las siguientes líneas vemos si debemos preocuparnos de ellos, y, por tanto, dejar de consumir los alimentos que los contienen.
Algunas plantas que usamos como alimentos tienen sustancias químicas que les sirven de mecanismo de defensa: evitan a sus depredadores en la naturaleza, protegen sus semillas de insectos, hongos o plagas y contribuyen a asegurar su germinación. Al ingerirlas, pueden actuar en el ser humano bloqueando la absorción de nutrientes.
Su nombre, por tanto, es bastante descriptivo: antinutrientes. Algunas de estas sustancias se conocen desde hace años pero, como no suponen un problema real para la salud de las personas, no han adquirido relevancia hasta que cierta literatura científica los ha puesto en el candelero. En 2017, el médico estadounidense Steven R. Gundry recogía en su libro ‘La paradoja vegetal’ “los peligros ocultos en los alimentos saludables que provocan enfermedades y ganancia de peso”.
Imagen: qimono
Pero, ¿debemos preocuparnos de estas sustancias? No, en absoluto. Y son varias las razones:
- Estos compuestos se eliminan o reducen su presencia si se aplican diferentes técnicas de cocinado.
- Nuestra dieta es bastante variada. Nunca se ingieren en cantidad suficiente como para provocar un problema de salud.
- Aunque los antinutrientes contrarresten la acción de los nutrientes, la dieta variada garantiza que la cantidad que ingerimos de los segundos es suficiente como para que nuestras necesidades estén cubiertas.
¿Guerra a estas sustancias?
Imagen: Pexels
No tan rápido. Como se dice en medicina, el veneno está en la dosis. Parece que estas sustancias también podrían tener efectos positivos por sus propiedades antioxidantes.
Si nuestra dieta se basa exclusivamente en estos alimentos, sería recomendable tenerlos bajo control. Pero si cumplimos la recomendación de dieta variada con un mínimo de cinco raciones de fruta y verdura, cereales integrales, legumbres, huevos, carne y pescado, no deberíamos preocuparnos de los antinutrientes, más allá de la cantidad que eliminemos con las prácticas habituales de cocinado. En cualquier caso, los posibles problemas de los antinutrientes quedan compensados por los múltiples beneficios que encontramos en los alimentos que los contienen.
Eso sí, es importante evitar que nuestras mascotas ingieran por error estos productos crudos. Su organismo puede verse afectado tanto por los alimentos con antinutrientes como por estos compuestos tóxicos. Las recomendaciones de consumir alimentos cocinados son para nosotros y también para ellos.
