¿Te gusta el café listo para llevar? Presta atención a la leche que contiene

La leche es el principal ingrediente de los cafés listos para llevar. Te contamos qué tipo de leche se emplea y cómo influye en el perfil nutricional de estos productos
Por EROSKI Consumer 12 de marzo de 2022
café con leche entera o desnatada
Imagen: pikabum
Los cafés preparados y listos para tomar están en auge. Cada vez hay más opciones para elegir y degustar. En estos productos, el café es el ingrediente estrella, ya que el tipo que se emplee determinará el aroma y el sabor. Sin embargo, no es el principal. El ingrediente principal es… la leche. ¿Qué tipo de leche se usa? ¿Hay cafés con bebida vegetal? ¿Qué aportan al perfil nutricional del producto? Te lo contamos.

El ingrediente principal de todos los cafés analizados en nuestra Guía de Compra de cafés listos para tomar es la leche, ya que es el que figura en primera posición de la lista de ingredientes (salvo en el caso de Kaiku Avena, donde es la bebida de avena). Además, como se menciona expresamente en la denominación legal de venta, se indica la cantidad concreta. El porcentaje está comprendido entre el 75 % y el 87 %, de modo que el contenido promedio de leche es del 81 %. En Kaiku Avena la cantidad de bebida de avena es del 77 %.

Café con leche semidesnatada, la combinación más habitual

Como la leche es el ingrediente principal, es también el que más influye sobre la composición de estos productos. Leyendo la lista de ingredientes podemos saber si es desnatada, semidesnatada o entera, que son las tres clasificaciones que establece la legislación con respecto al contenido en grasa:

  • La leche desnatada es la que contiene menos de un 0,5 % de grasa.
  • La leche semidesnatada, entre el 1,5 % y el 1,8 %.
  • La leche entera contiene al menos un 3,5 % de grasa.

En cinco de los nueve productos que llevan este ingrediente, la leche es semidesnatada: Kaiku Cappuccino y Espresso, Starbucks Frappuccino, Mocay y Eroski. En este último se especifica, además, el contenido concreto de grasa, que es del 1,5 %. La leche de Starbucks Caffè Latte tiene un 3,1 % de grasa, así que está cerca de ser entera, pero legalmente no puede ser calificada como tal.

Por su parte, en los productos de Nescafé se utiliza leche desnatada junto con nata y leche desnatada en polvo, debido probablemente a motivos tecnológicos: para mejorar la mezcla y la textura, de modo que sea más cremosa y tenga más cuerpo. Teniendo en cuenta la cantidad de leche empleada y el contenido de grasa, podemos calcular que en estos productos el conjunto de leche desnatada+nata sería equivalente a leche con un 3,2 % de grasa, aproximadamente.

En definitiva, si consideramos la composición global, ninguno contiene leche desnatada ni entera. Lo habitual es utilizar semidesnatada (o equivalente), salvo en algunos casos donde la proporción grasa se acerca al 3,5 % de la entera.

Esto era algo esperable, dadas las desventajas de la leche desnatada (apenas aporta sabor y cuerpo, la textura es menos cremosa y resulta más difícil formar espuma) y los recelos que suscita la leche entera, por motivos de salud. Esta última cuestión viene de lejos, ya que se asocia a la demonización de las grasas que comenzó en la década de los sesenta y tuvo su momento álgido en los noventa.

Sin embargo, en la actualidad sabemos que no todas las grasas son iguales y que los lácteos enteros tienen cabida dentro de una dieta saludable. De hecho, presentan ventajas, como aportar vitaminas liposolubles y una mayor sensación de saciedad.

La diferencia está en la grasa

grasas de la leche en el café
Imagen: NastasyaDay

Una de las principales diferencias entre estos productos la encontramos en la proporción de grasa. Si hacemos una comparación por 100 ml de producto, vemos que las bebidas con más cantidad de grasa son las de Nescafé (2,7 % – 2,8 %), debido a que entre sus ingredientes se encuentra la nata. La mayoría de productos contiene una cantidad significativamente más baja de este nutriente. Lo habitual es un 1,2 % de grasa, como ocurre en Kaiku Cappuccino y Espresso, Starbucks Frappuccino y Eroski Espresso, que están elaborados con leche semidesnatada.

Con respecto a las proteínas, de nuevo son los productos de Nescafé los que tienen las proporciones más altas (3,5 % – 3,6 %), debido a que están elaborados con leche y leche en polvo. En el resto de los productos, lo habitual es una proporción en torno al 2,7 % – 2,9 % de proteínas.

Si en lugar de hacer la comparación por cada 100 ml la hacemos por envases, veremos que el aporte de proteínas es bastante similar entre los distintos productos, entre 7 g de Starbucks Frappuccino y 6,2 g de Starbucks Caffè Latte y Mocay.

En la grasa sí encontramos diferencias. Los productos de Nescafé siguen siendo los que más cantidad aportan, con 5,1 – 5,3 g, junto a Starbucks Caffè Latte (5,8 g), mientras que en el resto está en torno a 2,8 – 3 g.

Los productos con más cantidad de grasa aportan la misma cantidad de calorías que tres manzanas o dos yogures naturales sin azúcar

Ya hemos visto que la grasa de la leche no debería representar un problema en personas sanas, pero sí deberíamos tenerla en consideración, entre otras cosas por el aporte de calorías que supone.

De hecho, los productos con más cantidad de grasa por envase son también los que más cantidad de calorías aportan, con cifras en torno a 152 – 160 kcal, que es equivalente a la energía que aportan tres manzanas o dos yogures naturales sin azúcar. De todos modos, las diferencias con el resto de productos no son demasiado grandes, dado que el aporte de calorías se encuentra entre 124 kcal de Mocay y 143 kcal de Eroski.

La bebida de avena no es igual

Kaiku Avena merece mención aparte, dado que contiene bebida de avena en lugar de leche, y eso hace que la composición nutricional sea muy diferente.

Esto es así desde el punto de vista cualitativo (la leche de vaca aporta proteína de mayor valor biológico, además de otros nutrientes, como calcio) y también desde el punto de vista cuantitativo. De hecho, la bebida de avena (cuya proporción es del 77 %) aporta apenas 0,9 g de grasa y 1,4 g de proteína por envase, dado que está compuesta por tan solo un 6 % de harina de avena. En definitiva, la cantidad de proteínas, grasa y otros nutrientes, como el calcio, son muy inferiores a los otros productos.

Este producto es apto para personas veganas, tal y como certifica el sello “vegan”, así como para personas con alergia a las proteínas de la leche o intolerancia a la lactosa.

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