Canarias, Baleares, Madrid y Cataluña son las comunidades donde más caros son los alimentos frescos, según un estudio

Las diferencias de precios entre autonomías pueden llegar al 30% en el caso del pescado
Por EROSKI Consumer 13 de octubre de 2003

Canarias y Baleares, junto con Madrid y Cataluña, son las zonas en las que más caros están los alimentos frescos -frutas y hortalizas, carne y pescado medidos en precios medios sobre una muestra de 1903 establecimientos en toda España, según se deriva de un estudio realizado por la Universidad Complutense por encargo del Ministerio de Economía.

Las diferencias de precios entre autonomías pueden llegar al 30% en el caso del pescado, el 23,6% para las frutas y hortalizas, y el 15,9% en el caso de la carne. En el caso de los productos de alimentación envasada, en general, esa brecha autonómica se queda en el 10%, mientras que para la droguería se reduce al 8,4%. El estudio, presentado por el secretario de Estado de Comercio y Turismo, Francisco Utrera, y el catedrático de Economía Aplicada Javier Casares, se basa en un trabajo de campo realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) el pasado mes de abril sobre 67.744 referencias de precios de productos de gran consumo y demuestra que la mayor variación de precios se produce siempre en el caso de los alimentos perecederos.

Análisis geográfico

En el análisis geográfico, el nivel de renta y la capacidad de generar demanda por parte de la población son los factores que más influyen en los precios de los productos básicos de la cesta de la compra, junto con las características especiales que pueden presentar algunas zonas, como la insularidad, el efecto fronterizo o el ser mercado de paso de las mercancías hacia los grandes centros de distribución del centro.

Resulta paradójico el fenómeno de Canarias en el caso concreto de los productos perecederos, que son los que más varían y marcan el coste de la compra en las economías domésticas: a pesar de ser la comunidad más barata en frutas y hortalizas, resulta la más cara en pescado y en carne, con lo que su media se pone la primera del ranking de precio medio en la alimentación fresca, con casi un 13% más que la región española más barata en este tipo de productos, que es Extremadura.

Baleares estaría un 12% por encima del la comunidad extremeña, apenas un punto más que la diferencia que separa a Madrid y Cataluña. Castilla y León, Galicia, Andalucía, Asturias, Aragón, Andalucía, Castilla-La Mancha, Asturias y Murcia, mantendrían sus precios medios de alimentación fresca por debajo de una hipotética media nacional, mientras que País Vasco, Navarra y Valencia se apuntarían al carro de los más caros.

El análisis de las 42 capitales españolas en la que se han recogido datos y teniendo en cuenta sólo los productos frescos en precios medios, la provincia donde más cuestan es Girona, seguida de cerca por San Sebastián, Palma de Mallorca y las dos provincias canarias. Sólo en esta última comunidad insular, resulta llamativo como el pescado fresco en Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife, a pesar de tener puertos pesqueros, resulta en los precios de venta al público un 35% y un 30% más caro que en Jaén, que es la ciudad española donde tiene el precio más bajo (punto de paso entre los puertos del sur de España y Madrid). Canarias perdió gran parte de la actividad del caladero marroquí y en los últimos años compra en la Península muchos tipos de pescado fresco, que eleva su precio por el transporte.

La carne tiene también los precios más elevados en las dos islas: un 18% más en el caso de los cabildos canarios sobre la provincia de menor precio, que es Salamanca, y un 19% en el caso de Palma de Mallorca. Sólo les iguala Alicante en esa comparación y les supera San Sebastián, donde el precio de la carne está un 22% por encima del caso salmantino.

En alimentación envasada, las dos provincias canarias vuelven a marcar la diferencia máxima entre zonas españolas, con un 10% más que los casos de Albacete y Ciudad Real, donde este tipo de productos marcan el mínimo. En el resto de ciudades contempladas la diferencia no supera el 5%, salvo el caso de Pamplona y San Sebastián, con un 8% más que en las dos capitales castellano-manchegas.

El caso navarro y el donostiarra son también los más caros en productos de droguería, con un 10% y un 11% más que Castellón de la Plana, donde los productos de higiene y limpieza, en términos medios, son los más baratos de España.

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