Demandan a una popular marca de galletas en EE.UU por su alto contenido en grasas hidrogenadas

Denuncian al fabricante porque la gente desconoce la peligrosidad de este tipo de grasas
Por EROSKI Consumer 14 de mayo de 2003

Al igual que ocurre con el alcohol y los cigarrillos, las populares galletas «Oreo» podrían dejar de venderse en California, Estados Unidos, a menores de edad si prospera una demanda judicial que considera este producto nocivo para la salud por su alto contenido en grasas parcialmente hidrogenadas.

El Instituto de Medicina de Estados Unidos confirmó el año pasado que este tipo de grasas -que se forman cuando se añade gas de hidrógeno al aceite vegetal, ayudando a que se solidifique- están directamente relacionadas con los problemas cardiovasculares, ya que incrementan el colesterol denominado «malo» (el LDL), que tapona las arterias. «Estos bocadillitos blancos y negros constituyen una bomba de relojería para el corazón por su alto contenido en grasas parcialmente hidrogenadas», señaló el abogado Stephen Joseph en su demanda. Joseph interpuso el pleito en el Tribunal Superior de Marin, al norte de San Francisco, basándose en una cláusula del código civil californiano que responsabiliza a los fabricantes de productos populares si el consumidor medio desconoce los peligros para la salud del alimento.

El 40% de las comidas que se venden en los establecimientos de Estados Unidos contienen grasas parcialmente hidrogenadas, según los datos del Departamento de Agricultura estadounidense. A raíz de estos descubrimientos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) decidió obligar a los fabricantes a que advirtiesen en el etiquetado si el producto contiene este tipo de grasas; sin embargo, la medida todavía está en el aire debido a la oposición de las corporaciones.

Sin fundamento

Los portavoces de Kraft, la empresa fabricante de las galletas, señalaron que la demanda interpuesta por Joseph «no tiene fundamento», y recordaron que el público estadounidense ha consumido 450.000 millones de galletas «Oreo» desde el año 1912, cuando salieron al mercado.

La compañía, que señaló que está probando otras alternativas, informó de que luchará «enérgicamente» contra la demanda. «Somos conscientes de la importancia de la buena nutrición y estamos dispuestos a ayudar a la gente a que siga un estilo de vida saludable», dijo Michael Mudd, uno de los vicepresidentes de la empresa.

«Sin embargo, no tenemos más remedio que luchar contra demandas sin sentido como ésta», añadió Mudd, quien vino a decir que una galleta sin grasa es como un jardín sin flores, ya que se quedarían sin el sabor y la textura que caracterizan a estos productos.

La compañía está más que acostumbrada a los pleitos relacionados con la salud pública, ya que también es propietaria de la fabricante de cigarrillos Philip Morris. En esta ocasión, sin embargo, la demanda es diferente de las que se interpusieron en su día contra los fabricantes de cigarrillos o, más recientemente, contra la cadena de comida rápida McDonald´s por vender alimentos que causan obesidad entre sus consumidores.

Se desconoce el peligro

Mientras que los peligros que para la salud conlleva el tabaco son muy conocidos por el gran público, poca gente conoce los efectos de este tipo de grasas, alega Stephen Joseph. «El caso contra las grasas parcialmente hidrogenadas es más consistente que el del tabaco porque la gente desconoce su peligrosidad», indicó Joseph, que exige a las autoridades californianas que prohíban la venta de las galletas «Oreo» a los menores.

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