En la actualidad, el proceso industrial para obtener el «parboiled» (más orientado a la conservación de los principios nutritivos) ha sido mejorado notablemente, gracias al empleo del vacío y la menor exposición al aire y al sol. La aplicación de esta tecnología culinaria permite al organismo humano utilizar en mayor grado las características nutritivas del arroz, y además los granos se mantienen sueltos, sin pegarse y sin recocerse. Durante el proceso de parboilización y debido a la acción del vapor de agua bajo presión, penetran las vitaminas de los estratos externos a aquellos más internos, enriqueciéndose por tanto el producto final en vitaminas del grupo B.
Otra ventaja de la utilización del arroz «parboiled» es la disminución de la absorción de las grasas: El parboilizado provoca una gelatinización del almidón externo que reduce la penetración de los condimentos grasos al interior del grano. Hoy lamentablemente se tiende a ingerir más grasas de las necesarias; y de esta manera, el consumidor que así lo desee, puede preparar platos menos calóricos con este tipo de arroz. Es necesario recordar que el aporte calórico de un plato de arroz depende no sólo de las calorías aportadas por los hidratos de carbono del propio alimento, sino también de las aportadas por el resto de ingredientes. Si además se emplea arroz «parboiled integral», éste confiere una mayor sensación de saciedad por la proporción de fibra que contiene.
El arroz parboiled no sirve solamente para preparar «risottos» o
arroz blanco tradicional, es también muy recomendable para platos fríos, dulces y ensaladas, opciones todas válidas para una sana alimentación, rica en carbohidratos complejos.