El consumidor encuentra en el etiquetado de los alimentos una información que muchas veces no comprende o que es incompleta. Ésta es la conclusión de un estudio realizado por la Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU) que lleva por título «¿Qué nos dice el etiquetado de alimentos? Guía para su mejor comprensión».
Este trabajo analiza el etiquetado de los 100 productos que, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), son los más representativos del consumo alimentario en el hogar. La principal irregularidad detectada es que en el 7% de los casos no aparece el número de lote y sólo en el 43% de los productos se especifica la cantidad en la que se encuentran los diferentes ingredientes.
Pese a que la información nutricional no es obligatoria para todos los productos, ésta aparece en el 84% de los alimentos analizados, aunque sólo en el 19% se indica en porciones, algo útil para conocer cuántos nutrientes aporta una ración determinada. Además, en el 37% de los casos se comparan los nutrientes con la cantidad diaria recomendada, una medida que también puede ser útil para el consumidor a la hora de planificar su dieta.
Respecto a las alegaciones nutricionales (aquellas que proclaman las bondades del producto), aparecen en el 45% de los alimentos (principalmente en lácteos y cereales). La mayoría se refieren al bajo contenido en sal, grasas, azúcares y calorías, o a un alto contenido en grasas saludables, fibra, vitaminas o minerales. También son comunes los mensajes que resaltan la calidad, el sabor o la condición de natural del producto.
El estudio destaca además que el 65% de los alimentos analizados facilitan algún número de teléfono (no siempre gratuito), una dirección web o un apartado de correos para dar información adicional al ciudadano.
