El perejil

Contiene una cantidad apreciable de vitaminas, minerales y otras sustancias de interés para determinadas afecciones.
Por EROSKI Consumer 11 de marzo de 2003

El perejil es un condimento muy habitual en nuestra dieta, pero también en muchos otros países del mundo. Respecto a su valor nutritivo, aporta provitamina A o beta-caroteno (en nuestro organismo se transforma en vitamina A conforme éste lo necesita), vitamina C y vitamina E en cantidades apreciables, así como determinados minerales (principalmente fósforo, hierro, calcio y azufre). Así mismo contiene otras sustancias no nutritivas tales como los flavonoides (de acción antioxidante, antiinflamatoria y diurética), aceite esencial rico en apiol y miristicina (de acción emenagoga o estimulante de la menstruación, vasodilatadora y tonificante).

Gracias a su particular composición se sabe que es diurético (aumenta la producción de orina y que es beneficioso en caso de retención de líquidos), estimula la digestión y la función hepática, mejora la disminorrea (menstruaciones irregulares, escasas o dolorosas) y además, contiene buena cantidad de calcio y vitamina C, cuanto se emplea fresco.

Generalmente se usa como condimento, pero también puede consumirse en infusión, el jugo fresco y en cápsulas para aprovechar al máximo sus propiedades.

Infusión: Pueden emplearse las hojas (30 g de hojas por litro de agua), las raíces trocedas (15 g de raíces por litro de agua) o los frutos (2-5 g por litro). Se recomienda tomar una taza antes del desayuno, la comida y la cena.

Jugo de la planta fresca: Se aconseja ingerir unas 2-3 cucharadas antes de cada comida.

Precauciones:

Las mujeres embarazadas deben evitar consumir perejil de forma abundante ya que aumenta la producción de oxitocina (hormona que provoca contracción del útero), lo que puede predisponer al aborto.

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