Islandia, el país del hielo y el fuego

Una experiencia irrepetible entre fiordos, glaciares y volcanes en erupción
Por EROSKI Consumer 4 de julio de 2006

La mejor época para visitar Islandia son los meses de junio, julio y agosto en los que la luz del sol está siempre presente. En cambio, aunque en diciembre sólo se disfruta de la luz durante tres horas al día, es la temporada perfecta para contemplar la aurora boreal.

Entre glaciares y volcanes en erupción

A esta isla, que nació del fondo del océano Atlántico, se le conoce con el nombre de «El país del hielo y el fuego», por la sencilla razón de que el 11% de la superficie de este país está cubierta por glaciares, a los que se contraponen los más de 200 volcanes con los que cuenta la isla -30 de ellos aún siguen en activo-. Por esto, las imágenes más habituales que se ven en Islandia son volcanes en erupción, campos de lava, rugientes cascadas y majestuosos glaciares. Y si uno se desplaza hacia el oeste de la isla puede admirar los fiordos más espectaculares de Islandia.

Gastronomía de lujo

El turista que visita Islandia tendrá el placer de disfrutar de una gastronomía de lujo, principalmente porque los alimentos del país provienen de un ambiente muy puro, tanto en el mar como en la tierra. En su gastronomía se utilizan con mucha frecuencia algunos métodos de conservación como la salmuera, el ahumado, el secado o el adobo, que han sido durante años las formas autóctonas de mantener en el tiempo los alimentos frescos.

El auténtico sabor de los pescados ahumados y salados: Los productos de mar son una exquisitez islandesa. De hecho, esta isla vive de las exportaciones de pescados y mariscos a mercados muy exigentes, por lo que estos productos gozan de una calidad excelente. Los restaurantes ofrecen una amplia selección de pescado fresco recién traído del mar, en especial el salmón, el bacalao y la langosta. Algunos platos típicos son el salmón ahumado o el gravlax que se compone de salmón crudo con hinojo, salsa de mostaza, nata y miel.

Sabroso el cordero y la carne de caza: Al igual que el pescado, los animales en Islandia se crían en condiciones extraordinarias. El ganado se engorda sin tratamiento hormonal y el cordero se deja en libertad durante el verano. Los principales productos son la carne de cordero ahumada, la cabeza de cordero y el hratt hangikjöt, carnero ahumado. Las carnes de caza como la perdiz y el reno también se ofrecen en los menús de los restaurantes en temporada.

Suculentos postres lácteos: Para terminar una comida o una cena, se puede probar uno de los manjares islandeses, el skyr, una especie de yogur servido con arándanos frescos y nata. Y los paladares más preparados no pueden dejar de probar la bebida local más destacada, el aguardientebrennivín, también llamado La Muerte Negra.

Apasionantes excursiones en la naturaleza

Quienes decidan visitar esta maravillosa isla tendrán la oportunidad de realizar las actividades turísticas típicas del lugar, que se realizan en la naturaleza bajo unos paisajes incomparables.

Una de las actividades de mayor demandada son los safaris sobre el hielo de los glaciares, donde el viajero puede elegir entre ser pasajero o conductor. La exploración de un glaciar es una experiencia única para todos los viajeros. Vatnajökull, el glaciar más grande de Europa se halla en Islandia y es uno de los enclaves más pintorescos donde practicar esta modalidad. Hay que aprovechar la ocasión para embarcar en un pesquero y practicar submarinismo en sus aguas repletas de espectaculares animales marinos. En la temporada más cálida, de abril a septiembre, se organizan excursiones para visitar a las ballenas que habitan en sus aguas.

El deporte nacional en la isla es la natación. A lo largo de todo el país hay más de 120 piscinas de aguas termales que fluyen del subsuelo. La relajación y el bienestar en los baños al aire libre, se pueden disfrutar durante todo el año.

Y si uno tiene la oportunidad de viajar entre los meses de junio y julio, la gran expectación es el Sol de Medianoche y llegado septiembre comienza la temporada para disfrutar de la aurora boreal, el espectáculo propio de los países escandinavos.

Los aficionados a las aves podrán disfrutar en Islandia de maravillosas aves marinas que se agolpan en los acantilados. La pesca, el rafting o el ski sobre nieve son otros ejemplos de las numerosas actividades que se pueden realizar en la isla.

Una visita ineludible para descansar de las actividades y los deportes es viajar a Reykjavik, la capital islandesa. Muy cerca se localiza la ciudad deHafnarfjörur, que celebra durante los meses de junio y julio un festival vikingo. En él se dan exhibiciones de artes y oficios antiguos además de combates armados.

En definitiva, Islandia recoge actividades y gastronomía para complacer los gustos de todos sus visitantes.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube