Junio: El calabacín

Una hortaliza que admite múltiples preparaciones culinarias: asado, frito, a la plancha o rehogado
Por EROSKI Consumer 1 de junio de 2005

El calabacín es una hortaliza de verano, aunque ahora se puede adquirir durante todo el año. En el mercado se deben elegir ejemplares compactos, de pequeño o mediano tamaño, con la piel brillante, sin defectos ni manchas y que, en relación a su tamaño, resulten pesados.

El calabacín está formado principalmente por agua e hidratos de carbono. Aporta una interesante cantidad de fibra, folatos y vitamina C (una tercera parte de lo que aporta una naranja). Es buena fuente de minerales, entre los que destaca el potasio y en menor proporción, el magnesio y el fósforo.

Su escaso valor calórico justifica que sea frecuentemente incluido en las dietas de control de peso. Sin embargo, la preparación culinaria influye directamente en este aporte calórico, pudiéndose incluso duplicar si se consume frito. Es de fácil digestión y ligeramente laxante, por lo que su consumo resulta muy adecuado en caso de estómago delicado y estreñimiento.

Por su elevado contenido de potasio y bajo de sodio, se recomienda en dietas de protección cardiovascular. Admite gran variedad de preparaciones culinarias: rehogado, frito, asado, relleno, gratinado, como ingrediente en purés, salsas o pistos.

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