La falta de información que existe en la sociedad sobre la manipulación genética de los alimentos es lo que provoca el recelo por parte del consumidor hacia este tipo de productos. Esta es la conclusión a la que llegaron investigadores expertos en organismos modificados genéticamente (OGM´s) reunidos en un coloquio organizado por Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Cataluña (JARC) en Barcelona.
Según estos especialistas, es necesario que en el tema de los transgénicos las cosas se expliquen con la máxima transparencia y que las investigaciones en esta materia intenten que los problemas a largo plazo se puedan evitar. «Es necesario un máximo rigor científico para poder predecir casos como las vacas locas y, una vez que se den, poner medidas», señaló Pere Puigdomènech, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Para el director general del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Cataluña (IRTA), Josep Tarragó, «la percepción negativa de la población puede venir porque ha sido una tecnología que se ha desarrollado muy rápidamente», aunque añadió que «es necesario que empresas públicas y privadas realicen ensayos con transgénicos». La manipulación genética de los alimentos es una técnica «prometedora e importantísima para la humanidad», dijo el presidente de la Asociación de productores de Blat de Moro, Agustí Mariné, para quien la culpa del rechazo que generan los OGM´s la tienen los políticos que no «confían» en ellos y por lo tanto generan recelo en los consumidores.
Por su parte, la responsable del Departamento de Medio Ambiente de la Organización de Consumidores y Usuarios de Cataluña (OCUC), Beatriz Martínez, aseguró que «hay una falta de información y la sensación de que nos esconden alguna cosa». «Lo que preocupa a la gente son los posibles impactos sobre la salud porque relaciona los transgénicos con el cáncer o las alergias», añadió Martínez, quien considera que debe ser el usuario el que decida si quiere consumirlos o no.
