La FAO muestra por primera vez su posición favorable a los productos transgénicos

En un informe, indica que no se han detectado daños en la salud o el medio ambiente derivados de OGM's y sí beneficios
Por EROSKI Consumer 24 de mayo de 2004

La Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) toma por primera vez partido claro a favor de las biotecnologías en su informe sobre el «Estado de la Alimentación y la Agricultura 2004″, que ha presentado en Roma su director general Jacques Diouf. «Sabemos poco sobre sus efectos a largo plazo», reconoció el responsable de la FAO, pero afirmó que «los científicos están de acuerdo en que los cultivos transgénicos y los alimentos que de ellos se derivan son seguros».

El informe subraya que «hasta ahora no se han detectado casos reales de daños a la salud o al medio ambiente en los países que cultivan variedades transgénicas, mientras que, en cambio, se manifiestan ya importantes beneficios sociales y medioambientales». La FAO menciona como ejemplo espectacular los cuatro millones de agricultores chinos que cultivan un algodón transgénico resistente a las plagas: la producción ha aumentado en un 20% con un empleo de pesticidas inferior en un 25%.

Al tiempo que insiste en la seguridad para el consumo, el informe deja claro que no hay consenso en cuanto a los efectos a largo plazo sobre el medio ambiente de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM’s). Aún así, la FAO recomienda los cultivos transgénicos pues ni hay indicios de peligros especiales ni es realista exigir garantías totales: «La ciencia no puede declarar ninguna tecnología como totalmente carente de riesgos». Elevando el horizonte histórico, el informe señala que «algunos tipos de biotecnología se practican desde hace milenios. Desde que nuestros antepasados empezaron a usar microorganismos para producir pan, vino y queso». Según el director de desarrollo económico de la FAO, Prabhu Pingali, «no tiene sentido estar a favor o en contra de la biotecnología. La biotecnología es un mero instrumento. El impacto depende de cómo se use».

Para mercados ricos

El informe lamenta que los cultivos transgénicos se utilicen todavía poco y que la investigación de nuevos productos se oriente sobre todo a los mercados ricos. Nueve décimas partes de los 3.000 millones de dólares que las empresas de biotecnología dedican anualmente a investigación se centran en cultivos para países ricos. Según Jacques Diouf, «tanto el sector privado como el publico han hecho poco en las llamadas «cosechas de los desheredados», que son críticas para millones de personas en las áreas mas pobres del mundo».

En estos momentos, el 99% de los cultivos transgénicos del mundo crece en sólo seis países: EE.UU., Canadá, Brasil, Argentina, Sudáfrica y China. El Gobierno de Pekín es el único que ha desarrollado productos transgénicos, mientras que en todos los demás países los comercializan empresas privadas. El informe cita como «razones poderosas» para extender los cultivos transgénicos la mejora de rendimientos, la supervivencia a las plagas, la incorporación de vitaminas que curan enfermedades carenciales, el aprovechamiento de tierras marginales, y la reducción del uso de abonos químicos y pesticidas.

Finalmente, la FAO indica que aunque las disputas comerciales no sean de su competencia, celebra que la Comisión Europea comience a bajar las primeras barreras a los productos transgénicos pese a que sean tan sólo las de la importación de maíz «Bt-11» y sigan todavía levantadas las del cultivo.

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