En la víspera de una reunión a puerta cerrada convocada para analizar la presencia de acrilamida en ciertos alimentos de consumo cotidiano, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calificó ayer de preocupantes los niveles detectados de ese compuesto potencialmente cancerígeno. Según Jorgen Schlundt, experto de la OMS, los estudios suecos que revelaron el problema han sido confirmados por investigaciones en Gran Bretaña, Noruega, Alemania y Suiza.
Por esta razón, veinticinco científicos se reunirán hoy y mañana en Ginebra para examinar los resultados de estas investigaciones que ponen en evidencia la presencia de acrilamida en alimentos con carbohidratos -patatas fritas, arroz o cereales-, sometidos a cocción a altas temperaturas.
«Si lo que aprendimos con los experimentos en animales son correctos, la acrilamidada podría ser una causa de cáncer en el ser humano muy significativa», dijo Jorgen Schlundt durante una conferencia de prensa. «Necesitamos una decisión de los expertos sobre este tema y saber hasta qué punto podemos hacer tales afirmaciones», señaló Schlundt. «Hasta ahora conocíamos los riesgos de la acrilamida en el agua potable, pero nunca habíamos descubierto su presencia en los alimentos», agregó.
El límite de acrilamida tolerado en el agua potable por la OMS es un microgramo. En altas dosis, este agente químico puede provocar daños al sistema nervioso y causar impotencia, parálisis o cáncer.
«Esperamos que los expertos emitan consejos razonables sobre la cuestión, especialmente sobre las partes del tema que no conocemos», continuó Schlundt. Las consultas con expertos, impulsadas por la OMS y la Organización de la Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura (FAO), se realizarán por investigadores de Europa, Canadá y Estados Unidos.
