Las ensaladas más ricas y refrescantes

Seis ideas estupendas para preparar ensaladas veraniegas frescas, variadas y deliciosas
Por Peio Gartzia 28 de julio de 2015
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Imagen: Peteer

De entre los muchos platos y recetas que se preparan en verano, las ensaladas son las reinas indiscutidas de la mesa. Ya sea como protagonistas, como guarnición o para deleitarse con una cena ligera, las ensaladas permiten disfrutar de un plato rico, sano y lleno de posibilidades creativas, que van desde la presentación hasta los ingredientes. De pasta o de arroz, con mayonesa o templadas, con frutos secos o salazones… En este artículo, se aborda qué tipos de ensaladas hay, se reseñan las más ricas y apreciadas por los comensales y se dan algunos trucos para hacerlas.

Tipos de ensaladas

Existen diversos tipos de ensaladas, que se diferencian por sus ingredientes, incluso por su temperatura:

  • Las ensaladas pueden ser simples. Son las que se componen de uno o dos géneros (hortalizas, por lo general), ya sean crudos o cocinados. Las más corrientes son las de lechuga y tomate; endivias y pepino; tomate y cebolleta…
  • Las más populares son las ensaladas compuestas, que se caracterizan por llevar varios géneros en su composición. Contienen hortalizas crudas y cocinadas; conservas de pescado, carnes, legumbres, huevos, etc. Decantarse por este tipo de ensaladas supone casi catalogarlas como «plato único», ya que llevan tal cantidad de ingredientes que ya constituyen por si solas un menú. Con añadir un postre, se estará servido.
  • También están las ensaladillas, que se caracterizan porque por llevan un género harinoso, tipo patata, zanahoria o arroz. Las ensaladillas tienen también un elemento proteico, como conservas de pescado, carnes o fiambres. Y, casi siempre, se preparan con una salsa emulsionada (la habitual es la mayonesa), que envuelve y aglutina los géneros de la ensaladilla. La más común es la ensaladilla rusa, aunque también se estilan mucho las ensaladillas de arroz y de pasta.
  • Por último, se encuentran las llamadas ensaladas templadas en las que los elementos vegetales fríos se mezclan con otros ingredientes que se cocinan al momento y son parte de la ensalada, como por ejemplo salteados de verduras y marisco.

1. Ensalada de tomate y cebolleta con pimiento asado

  • Sencilla, económica, sirve como tentempié a media mañana para refrescar el cuerpo o como acompañamiento de un plato principal. Los tomates son estupendos en verano.

Se dispone, en un plato, una base de tomates de ensalada pelados y cortados en rodajas. Sobre ellos se colocan unas tiras de pimientos asados y unos trocitos de cebolleta fresca. Se aliña con sal, aceite de oliva, el vinagre al gusto y unas aceitunas verdes y negras. Si se quiere que pase de una ensalada simple a ser considerada ensalada mixta, se pueden añadir unas anchoas en aceite, bonito en conserva o unas tiras de salmón o de bacalao ahumado. Para hacerla templada, en el momento de agregar los pimientos, se presentan calentitos recién salteados en la sartén o calentados en el horno.

2. Ensalada de melón y anchoas con vinagreta de cerezas

  • Una típica ensalada mixta. Contiene variedad de ingredientes veraniegos y puede ser un plato único, con un yogur de postre.

Se lavan y trocean un puñado de lechugas variadas y se colocan como base de la ensalada. Sobre ellas se ponen unos cuantos brotes frescos de alfalfa o de brócoli, dos rodajas de melón troceado en bolitas, unos taquitos de queso fresco y unas anchoas en conserva cortadas en tiras. En el momento de servir se aliña con una vinagreta elaborada con 10 cerezas cortadas, tres cucharadas de aceite de oliva y dos cucharadas de vinagre de manzana. Hay que remover, poner la vinagreta a punto de sal y aliñar con ella la ensalada de melón, queso fresco y anchoas. Se puede agregar algún fruto seco tostado para darle un toque crocante, como avellanas, almendras o nueces.

3. Ensaladilla de piña y aguacate con marisco

  • Una ensalada refrescante que se puede dejar preparada unas horas antes en un recipiente con tapa y en la nevera de casa. Se come fresquita al volver de una jornada de monte o playa. No es recomendable llevarla de picnic para no romper la cadena de frío.

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Imagen: CONSUMER EROSKI

Se cuecen 250 gramos de gambas congeladas durante un minuto en agua hirviendo con una pizca de sal y unas gotas de limón. Una vez cocidas, se escurren y trocean. Se cortan en cuadraditos regulares dos huevos cocidos y pelados, un aguacate pelado, dos barritas de txaka y una rodaja de piña escurrida. Luego se mezcla todo con las gambas y se aliña con el aceite de oliva, el vinagre y una pizca de sal. Se une junto con la salsa rosa al gusto y se sirve sobre un lecho de hojas de lechuga cortada en tiras finas. Para elaborar la salsa rosa, se mezclan cuatro cucharadas de mayonesa con una cucharada de kétchup y unas gotas de zumo de naranja hasta que quede una salsa homogénea y con un ligero sabor dulzón.

4. Ensalada de arroz con salmón ahumado

  • Una nutritiva mezcla de arroz con ingredientes vegetales y salmón ahumado que permite elaborar una versión ligera de ensalada o una ensaladilla más contundente. Con o sin mayonesa.

Hay que cocer 200 gramos de arroz en agua hirviendo con un poco de sal y una cucharada de aceite de oliva durante 20 minutos. Una vez cocido, se escurre y refresca debajo del agua del grifo. El resto de los ingredientes se trocean del mismo tamaño que la ensalada (unos guisantes, maíz cocido, cebolleta fresca y pimiento rojo), se mezclan poco a poco los ingredientes con el arroz cocido y unas tiras de lechuga. Se hace una vinagreta con el aceite y el vinagre. Se aliña el conjunto y se dispone sobre un plato. Para terminar, se agregan unos trocitos de salmón ahumado por encima. También es posible aglutinar los ingredientes de la ensalada con mayonesa, convirtiéndola en una ensaladilla.

5. La clásica ensaladilla rusa rápida, enrollada en jamón york

  • Una manera rápida de elaborar una ensaladilla rusa, con el toque original de presentarla en forma de canutillo relleno dentro de unas lonchas de jamón. Rico tentempié.

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Imagen: CONSUMER EROSKI

Se cuecen dos huevos en agua con sal durante 10 minutos. Una vez cocidos, se sacan de la cazuela y se refrescan bajo un chorro de agua fría. Se pelan y pican en cuadraditos pequeños 250 gramos de patata y dos zanahorias. Se cuecen en una cacerola con agua y sal. Cuando estén cocidas (aproximadamente 15 minutos), se dejan escurrir y enfriar (hay que tener cuidado con el tiempo de cocción para que no se deshagan). Una vez que las hortalizas estén frías, se mezclan con los huevos picados, se añaden 100 gramos de bonito en conserva desmigado (y quitado todo su aceite) y ocho aceitunas sin hueso y picadas muy finas. Por último, se añade mayonesa al gusto. Con esta mezcla se rellenan unas lonchas de jamón york o de pechuga de pavo en fiambre, enrollándolos sobre sí mismos. Se acompaña esta ensaladilla con una base de lechuga aliñada.

6. Ensalada de pasta con pollo y melocotón fresco

  • Otro ejemplo de ensalada que en sí misma ofrece un menú completo veraniego para disfrutar en un solo plato. Una opción sana, equilibrada y fresca.

Se cuecen en agua hirviendo con una pizca de sal 200 gramos de farfalle o de pasta en lacitos durante 10 minutos. Se escurren, refrescan y se escurren de nuevo. Se aliña la pasta cocida con aceite de oliva y se agregan un diente de ajo muy picado, un tomate muy maduro pelado y troceado y un aguacate pelado y troceado. Sobre esta pasta se colocan las tiras de una pechuga de pollo asada a la plancha y un melocotón maduro pelado y troceado. Se aliña el conjunto con una vinagreta de aceite de oliva, vinagre balsámico y sal.

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