Las etiquetas de los alimentos deberán indicar la presencia de ingredientes alergénicos

Esta medida pretende mejorar los problemas a los que se enfrentan las personas con alergias alimenticias
Por EROSKI Consumer 13 de junio de 2002

El Parlamento Europeo aprobó ayer una propuesta, presentada por la Comisión Europea en septiembre, para modificar las normas sobre etiquetado de alimentos, en el sentido de que las etiquetas indiquen expresamente si el producto contiene ingredientes considerados potencialmente alergénicos.

En la propuesta se incluye una lista de ingredientes cuya presencia deberá especificarse, concretamente, cereales con gluten, crustáceos, huevos, pescado, cacahuetes, nueces, soja, leche y sésamo, así como sus derivados. Asimismo, aparecen los sulfitos en concentraciones de al menos 10 miligramos por kilo. Estas normas de etiquetado se aplicarán también a las bebidas alcohólicas.

El principal objetivo de esta medida es mejorar los problemas a los que se enfrentan las personas con alergias alimenticias, que, según las asociaciones de alérgicos, suman un 3% de los adultos y un 8% de los niños, y van en aumento. La falta de información sobre los ingredientes de los productos es una desventaja para estas personas.

El comisario europeo de Salud y Protección del consumidor, David Byrne, mostró su satisfacción por el respaldo de la Eurocámara, y aseguró que los eurodiputados han aportado cambios que mejoran la propuesta de la Comisión.

Regla del 25%

Por otra parte, la norma propone suprimir la llamada «regla del 25% «, según la cual si un componente de un producto no supera el 25% del producto final, sus ingredientes no tienen que especificarse en la etiqueta. El Ejecutivo comunitario considera que es necesario eliminar esta regla, que data de hace 20 años, ya que la producción actual es mucho más compleja que antes, ha crecido el consumo de alimentos preparados y, además, los recientes temores relacionados con crisis alimenticias han reforzado la necesidad de información.

Según Byrne, un etiquetado que facilita una total transparencia, indicando todos los ingredientes, no puede sino aumentar la confianza de los consumidores, y es una respuesta directa a las peticiones de una mejor información sobre los alimentos que se compran y su composición.

No obstante, para evitar que el etiquetado sea excesivamente complejo, la normativa prevé algunas excepciones y flexibilidad en cuanto a la información de productos que se encuentren en cantidades muy pequeñas, a excepción de los productos alergénicos.

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