Los sabores de Chipre

La mezcla de costumbres griegas, turcas y armenias ha convertido a la cocina chipriota en un perfecto escaparate de la gastronomía de la gastronomía mediterránea
Por EROSKI Consumer 20 de octubre de 2005

La cocina de Chipre destaca por la intensidad de su aroma, su color y su sabor. Posee además una importante cualidad, su capacidad para preparar platos capaces de complacer a todos lo paladares. Desde el popular «gyro», una torta de pan rellena de carne de cordero o cerdo muy económica y fácil de encontrar en cualquier establecimiento, hasta los platos de mayor tradición como la «moussaka», un pastel de carne picada con berenjenas y queso gratinado. Esta isla posee toda una gama de alimentos, técnicas culinarias y presentaciones que no dejarán al visitante indiferente.

Un queso único

Uno de los sabores más típicos y que mejor podría definir la gastronomía de Chipre es su queso «halloumi». Su sabor es diferente al de cualquier otro que se haya probado. Para elaborarlo se prensa con menta, lo que le aporta un toque único que hace posible que por sí solo el «halloumi», tanto crudo como a la brasa o incluso frito, sea uno de los platos principales de la carta de cualquier restaurante.

Treinta platos en uno

Para quienes quieran conocer una parte de la cultura gastronómica chipriota de un solo golpe, basta con pedir un «meze». Este singular plato puede considerarse una representación de la cocina del país pues puede estar compuesto por hasta 30 comidas diferentes. Los comensales irán viendo como pequeños platos, cada uno con una opción distinta, van llenando la mesa de variadas degustaciones.

Platos fuertes

Los productos del mar se podrían considerar los máximos exponentes de los platos chipriotas más importantes. Cualquier tipo de pescado asado en parrillas de leña y acompañado de un aderezo de limón, puede resultar todo un manjar. El pulpo al vino o las originales croquetas de cangrejo son algunos de los numerosos ejemplos de platos en los que alimentos y técnicas culinarias se combinan a la perfección.

Para acompañar estos platos se ofrecen numerosas posibilidades. Las aceitunas, los caracoles con tomate, el «koupepia», un plato de arroz con carne, o las variadas salsas como la «tzantziki», elaborada con pepino y yogur, son sólo algunas de las opciones. No obstante, en Chipre existe una guarnición por excelencia, la naranja. Cualquier plato puede sorprender al visitante con un acompañamiento elaborado con esta fruta, cuya presencia es inevitable en todos los banquetes.

Postre y whisky

Los dulces no son muy populares en la cocina de Chipre, por lo que a la hora del postre este país sigue sorprendiendo, pues lo que llegará a la mesa será un gran plato de frutas frescas. El café, muy similar al turco, no puede faltar. Conviene saber que si se quiere dulce se pedirá un «gliki», mientras que si se prefiere amargo, la palabra acertada es «sketo». Además del buen vino de Chipre que se puede degustar a lo largo de la comida, el «zivania», un whisky elaborado con los sobrantes de las uvas fermentadas una vez destilado el vino, es el modo más tradicional de poner punto final a un buen menú. Aunque esta no es la única función de esta bebida destilada ya que también se emplea para frotarlo por el cuerpo y así aliviar los dolores musculares.

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