¿Los vegetales congelados no son frescos?

La ultracongelación permite que los vegetales lleguen a la mesa en las mismas condiciones y con la misma calidad con las que son recogidas en la huerta
Por ASEVEC 7 de julio de 2016
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Imagen: belchonock

¡Por supuesto que son frescos! Los vegetales congelados son alimentos que, según son recolectados en el campo, se someten de inmediato a un proceso que se conoce como ultracongelación. En el caso de las verduras, este rápido método permite que estos alimentos lleguen a la mesa en las mismas condiciones y con la misma calidad con las que son recogidas en la huerta, con todas sus vitaminas y minerales. En el siguiente artículo se explica cómo se tratan estos vegetales para que lleguen frescos a la mesa y qué ventajas representan las verduras congeladas para la alimentación saludable.

Cómo se congelan los vegetales

El proceso de ultracongelación comienza en el mismo momento de la recogida de las verduras en la huerta, desde donde se traslada a las fábricas, normalmente situadas a pocos minutos de las zonas de cultivo. Allí, estos alimentos se lavan, para retirarles la tierra y suciedad que puedan tener, y se escaldan (proceso en el que el vegetal se sumerge en agua hirviendo durante unos minutos) para después someterlos a la ultracongelación, es decir, a temperaturas inferiores a -20 ºC, lo que aumenta la vida útil de estos productos y evita que los microorganismos se desarrollen. Y todo ello se hace bajo estrictos controles de seguridad.

Así que la diferencia entre un producto fresco y uno congelado es que el segundo ha sido sometido a una disminución de la temperatura producida por la congelación de su componente principal, el agua.

Cuando se ultracongelan, no han pasado ni 24 horas tras la cosecha de las verduras, por lo que están en su momento óptimo de valor nutricional, evitándose la pérdida de nutrientes. En el caso de estos vegetales frescos, el proceso hasta que llega a la nevera de casa es mucho más lento. Pueden pasar varios días hasta que se presenta al consumidor final, ya que tiene que ser almacenada, transportada, distribuida y puesta a la venta por el supermercado. Como consecuencia de este tiempo, pierde nutrientes por el camino, que se estiman entre un 10% y un 50%.

Verduras congeladas: salud al alcance de todos durante todo el año

Además de conservar sus cualidades nutritivas, las verduras congeladas cuentan con otras ventajas añadidas. Cualquier variedad (espinacas, espárragos, brócoli, alcachofas) se puede conseguir fuera de temporada, ya que está al alcance de todos, durante todo el año. Por otro lado, son medioambientalmente sostenibles, ya que llegan a la cocina limpias, ya sean enteras o troceadas, por lo que no generan desperdicios. Y, por último, son de uso fácil y rápido porque se presentan listas para cocinar, así que suponen un ahorro de tiempo y dinero. Llevadas a ebullición o en el microondas, solo se necesitan unos pocos minutos y una pizca de imaginación para crear sugerentes y saludables platos con verduras ultracongeladas.

Su presentación permite regular las porciones. Se consume la cantidad deseada y el resto vuelve al congelador, donde pueden ser almacenadas porque tienen larga vida y no contienen ni conservantes ni aditivos. Por eso, la Asociación Española de Fabricantes de Vegetales Congelados (ASEVEC) aconseja su consumo recordando a los consumidores la importancia de incorporar en la dieta diaria la ingesta de verduras para una alimentación sana y equilibrada.

En este sentido, las verduras congeladas son una pieza clave en la nutrición de las personas, ya que son alimentos fundamentales por los numerosos beneficios que aportan. Son bajas en calorías, pero muy completas por ser fuente de vitaminas, minerales y fibra, que son nutrientes esenciales para el cuerpo humano. Las verduras poseen vitamina B2, B8, B9 o vitamina C, entre otras. Mantienen el organismo vivo, intervienen en la producción de energía, regulan el funcionamiento del sistema nervioso y circulatorio, mantienen la estructura ósea y muscular e influyen en la síntesis de otras sustancias como los glóbulos rojos o las proteínas.

Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo diario mínimo de 400 gramos de frutas y verduras, es decir cinco raciones, lo que contribuye a la prevención de enfermedades como el cáncer, la obesidad, diabetes y afecciones cardiovasculares.

Con este objetivo de concienciar a la sociedad sobre la necesidad de incorporar las verduras en la dieta diaria como hábito de vida saludable, ASEVEC ha puesto en marcha un espacio en Internet que permite conocer con profundidad y rigor el mundo de las verduras congeladas. En el sitio se puede ver desde el proceso de fabricación de las verduras ultra congeladas, las zonas españolas donde se recogen las diferentes variedades, consejos de salud y hasta su mejor tratamiento y uso en la cocina para elaborar deliciosos platos.

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