Uno de los platos más conocidos de la cocina china y, a la vez, más consumidos en todo el mundo son los rollitos de primavera. Los conforman una mezcla de diversas verduras cocidas y cortadas en tiras finas, envueltas por una masa también fina, los cuales terminan de cocinarse en una sartén con abundante aceite. Ya dorada y crujiente la capa exterior, se sacan de la fritura, se escurren en una aceitera y se acompañan con una salsa de soja o una salsa agridulce. Los rollitos de primavera no requieren mucho esfuerzo y, además, se le puede dar un toque personal al relleno y a las salsas. A continuación se explica cómo hacerlos.
A grandes rasgos, los rollitos de primavera se sirven como parte del menú festivo del Año Nuevo chino y de las fiestas que dan la bienvenida a la primavera. Como ocurre con muchos de los platos tradicionales, recetas que tenían cierta historia y fechas señaladas para su consumo se han convertido en plato de disfrute de diario. Y más ahora, cuando las empresas de catering y de comida congelada han incluido esta preparación entre sus ofertas, por lo que cualquier persona puede acercarse a la zona de congelados y adquirir este plato.
Rollitos de primavera personalizados
Los rollitos de primavera caseros pueden hacerse sin mucho esfuerzo y con un toque personal en el relleno y las salsas. Lo más complicado de elaborar puede llegar a ser la pasta fina y delicada que envuelve el rollito. Para evitar este paso, se puede adquirir esa pasta ya estirada en establecimientos especializados o se puede sustituir por pasta filo, más común y fácil de encontrar.
Se pueden elaborar rollitos de primavera vegetarianos o mixtos y aprovechar los restos de verdura que haya en la nevera
El relleno puede improvisarse, según las verduras con que se cuente en la nevera, o ser premeditado, con un salteado de cebolleta, puerros, setas o pimientos, al gusto de cada uno. Si se quiere dar un toque chino a los rollitos, entre las verduras salteadas no deberían faltar unas tiras de col o de repollo cocido, escurrido y salteado con el resto de los ingredientes, unas tiras finas de bambú en conserva y escurrido antes de saltear y, en el último momento, casi fuera del fuego, unos brotes de soja.
Si se prefieren unos rollitos de primavera vegetarianos, será suficiente con las verduras elegidas, a las que se puede agregar un toque proteico con unos trocitos de tofu y de seitán en el último instante.
Si se escogen unos rollitos mixtos de vegetales y otros productos, se pueden añadir unas tiras de pechuga de pollo, unos trocitos de lomo de cerdo, unas colas de langostinos o unas tiras de pescado, ingredientes de fácil masticado. Deben evitarse otras carnes un poco más duras, como cordero o ternera, que pueden dificultar la masticación.
Dar forma al rollito y freír
Una vez salteado el relleno, se aromatiza con un toque de salsa de soja y un poco de vinagre (unas gotitas). También se pueden agregar unas ramas de menta, cilantro o una pizca de picante con una rodaja de «chili pepper», en función del gusto de cada uno.
La pasta exterior se puede cortar en cuadrados y, en el centro, se coloca el relleno. La pasta se envuelve hacia dentro hasta formar un rollito y se mojan los extremos con agua o con huevo batido.
Los rollitos se fríen en abundante aceite caliente, que puede ser aceite de soja, de girasol o de oliva suave. Ya fritos y escurridos en una aceitera o en una bandeja con papel de cocina, se pueden servir con una salsa agridulce casera o con una salsa de tomate aromatizada, junto con unas gotas de salsa de soja o bien con salsa de naranja con un toque de pimientas.
