Un estudio realizado por técnicos del Instituto Tecnológico Pesquero y Alimentario Azti del País Vasco ha permitido hallar un marcador genético en el ADN que permite identificar las especies de atún en productos procesados, como las conservas, para evitar posibles fraudes.
El identificador también se puede emplear para analizar atunes congelados o partes del pescado que, al carecer de sus elementos esenciales, no pueden ser definidos morfológicamente. Además, este método permitirá a la industria conservera autentificar el producto que compra, sobre todo ante el incremento del pescado de fuera de las costas europeas.