Alimentación antes del embarazo: claves para favorecerlo

Algunos alimentos pueden contribuir a disminuir los problemas de fecundación, según recientes estudios e investigaciones
Por Marta Vázquez-Reina 21 de junio de 2012
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Imagen: Ksenia8

¿Se puede reducir el riesgo de infertilidad si se sigue una dieta determinada? Distintos estudios e investigaciones recientes apuntan que algunos alimentos pueden contribuir a disminuir los problemas de fecundación, mientras que otros pueden actuar en el sentido inverso y acrecentarlos. Para aumentar las probabilidades de quedar embarazada, los especialistas recomiendan el consumo de los componentes típicos de la dieta mediterránea y de determinadas vitaminas y minerales y evitar la ingesta excesiva de otras sustancias como cafeína, alcohol o bollería industrial.

Nutrición y fertilidad

La infertilidad afecta en nuestro país en torno a un 10% de las parejas. Los trastornos ovulatorios junto con algunas deficiencias genéticas u hormonales son los responsables principales, en muchos casos, de estas dificultades para concebir. En ocasiones, sin embargo, en la infertilidad juega también un importante papel el estilo de vida de ambos miembros de la pareja, sobre todo, aquellos aspectos que están relacionados con la dieta y la alimentación.

El consumo de aceite de oliva, verduras, pescados, frutas y carnes de ave puede tener una incidencia positiva sobre la fertilidad

Por este motivo, desde el momento en el que se empieza a planificar un embarazo, los especialistas recomiendan adoptar determinadas pautas alimenticias que, además de ser saludables y beneficiosas para la mujer, ayudan a reducir la infertilidad femenina.

La mejor pauta: la dieta mediterránea

Como sugiere un reciente estudio realizado por departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública y el Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra, el consumo de aceite de oliva, verduras, pescados, frutas y carnes de ave que caracterizan a la dieta mediterránea puede tener una incidencia positiva sobre la fertilidad de las mujeres.

Este trabajo fue elaborado con una muestra de 2.000 mujeres de entre 20 y 45 años a las que se les realizó un seguimiento durante seis años y medio. El estudio concluye que las mujeres que optan por un patrón de dieta mediterránea (con un alto consumo de los alimentos mencionados) presentan un 44% menos de probabilidades de tener dificultades para quedar embarazadas que aquellas que basan su alimentación en un patrón occidentalizado que incluye un elevado consumo, entre otros, de: lácteos enteros, repostería industrial, carnes rojas, comidas rápidas, huevos, patatas, cereales refinados y refrescos azucarados.

Alimentos favorables y desfavorables para la fertilidad

Además de inclinarse por la dieta mediterránea, para lograr concebir un bebé y optimizar la fertilidad, distintos especialistas indican incorporar a la dieta determinados alimentos y componentes y evitar o disminuir el consumo de otros. Estas son algunas de las pautas alimentarias más recomendadas por expertos en nutrición y fertilidad:

  • Evitar la cafeína: se recomienda reducir el consumo de refrescos con cafeína e incluso evitarlos si la mujer se está sometiendo a un tratamiento de fecundación in vitro.

  • Optar por alimentos ricos en ácidos grasos omega-3: están presentes de forma natural sobre todo en los pescados azules como el salmón, el bonito y las sardinas, en los mariscos y en otros alimentos marinos como las algas.

  • Incorporar el cinc a la dieta: este mineral se concentra en mayor proporción en algunos alimentos como el hígado de ternera, la carne roja, los mariscos, los huevos, algunos lácteos como los quesos curados, el germen de trigo, los frutos secos como los piñones o las pipas de girasol, las semillas de calabaza, los cereales integrales y las legumbres.

  • Iniciar el consumo de ácido fólico: ya sea en forma de suplemento o con la ingesta de alimentos ricos en folato entre los que destacan los vegetales de hoja oscura, como espinacas, acelgas, lechuga o guisantes; las vísceras como el hígado y el riñón; y frutas como plátanos, lima o piña.

  • Reducir el consumo de carbohidratos refinados: no se trata de eliminarlos de la dieta, pero si de moderar la inclusión en el menú diario del pan blanco, pastas y arroz blanco.

Cuando el problema es ovulatorio

La modificación adecuada de la dieta puede tener especial efectividad cuando la dificultad para quedarse embarazada proviene de algún tipo de trastorno ovulatorio en la mujer. Así lo sugieren Jorge Chavarro y Walter Willet, especialistas en nutrición de la Universidad de Harvard, en su obra ‘The fertility diet’ (2008).

Tras una exhaustiva investigación con una muestra de 120.000 mujeres, los autores de este estudio recomiendan, para favorecer la ovulación, mantener un estilo de vida saludable, conservar un peso adecuado e incluir un plan de ejercicio frecuente pero no excesivo.

Asimismo, estos especialistas apuntan, entre otras, las siguientes pautas nutricionales:

  • Evitar las grasas trans presentes con frecuencia en aperitivos salados, productos precocinados, galletas, margarinas y bollería industrial.

  • Usar aceite vegetal insaturado para cocinar, como el aceite de oliva.

  • Comer más proteínas de origen vegetal y menos proteína de origen animal (carnes rojas).

  • Tomar un vaso de leche entera, una copa pequeña de helado o un vaso de yogur de este tipo de leche, al día y evitar la leche descremada o los lácteos bajos en calorías.

  • Ingerir un suplemento vitamínico que incluya hierro, acido fólico y otras vitaminas del complejo B.

  • Reducir el consumo de café, té y alcohol y eliminar de la dieta las bebidas gaseosas azucaradas.

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