El papel del hombre en el parto

La presencia de la pareja hace que el parto sea más corto, fácil y satisfactorio para la madre, advierten los expertos
Por Marta Vázquez-Reina 14 de noviembre de 2013
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Imagen: Eyeliam

El parto es cosa de dos. Hoy, lo común es que la pareja esté con la madre en el emocionante proceso de ver nacer a su hijo. El papel del hombre es clave, explican los expertos, ya que aporta apoyo emocional e, incluso, puede acortar el trabajo del alumbramiento. En este artículo se explica por qué es mejor estar acompañada que sola durante el parto y los beneficios de esta compañía. También se detalla qué ocurre en los partos instrumentalizados en España y cinco claves que explican el papel del padre durante el nacimiento del bebé.

El parto es cosa de dos: mejor acompañada que sola

El parto no es fácil. Desde el inicio de las primeras contracciones, la mujer experimenta un alto nivel de ansiedad y tensión, incluso temor y miedo. Esta situación la hace más vulnerable y necesitada de un apoyo emocional que le proporcione tranquilidad, seguridad, afecto y confianza. Por eso, el Ministerio de Sanidad, por medio del documento de consenso ‘Estrategia de atención al parto normal‘, insta a las instituciones hospitalarias a que permitan y alienten a las mujeres a que cuenten con una persona de apoyo durante todo el proceso de parto y que faciliten que el acompañamiento se realice desde las fases más tempranas.

El 90% de las embarazadas optan por contar con su pareja durante el parto

En nuestro país, según los datos de la Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME), entre un 87% y un 96% de las embarazadas optan por tener compañía durante el parto, en el 94% de los casos, su pareja. No obstante, el 7% de las parturientas desearía, también, que estuviera presente su madre.

El papel del padre en el parto: beneficios

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Imagen: NataPics

La presencia de la pareja u otro familiar durante el nacimiento del bebé reporta innumerables beneficios a la madre. Tras una revisión de 16 estudios clínicos, en los que participaron más de 13.300 mujeres, la Colaboración Cochrane, organización internacional especializada en investigaciones de salud, ha analizado cuáles son estas ventajas y de qué modo afectan a todos los implicados en el parto.

  • Parto más corto. El acompañamiento continuo reduce de forma leve la duración del trabajo de parto. En concreto, puede prolongarse hasta 43 minutos menos, gracias a la calma y tranquilidad que proporciona a la mujer la presencia de su pareja u otro acompañante. La explicación es sencilla. La ansiedad y el miedo por dar a luz puede ocasionar patrones anormales de frecuencia cardiaca fetal, hacer que se ralenticen las contracciones y, en consecuencia, que se alargue el parto.

  • Parto más fácil. Las mujeres acompañadas tienen más probabilidades de tener un parto natural y no instrumentalizado (fórceps, cesárea) y de no necesitar analgesia. La hipótesis que sugieren las investigaciones es que el apoyo mejora la sensación de control y competencia de la madre, y esto reduce el factor de dependencia de las intervenciones médicas, incluida la epidural. Asimismo, como el nivel de estrés es menor, se mejora el paso del feto a través de la pelvis y el parto resulta así más sencillo.

  • Mejor experiencia de parto. Las madres con acompañamiento manifiestan mayor satisfacción con la experiencia del nacimiento; sobre todo, quienes han contado con la presencia de su pareja desde el inicio.

¿Qué ocurre en los partos instrumentalizados?

Aunque el acompañamiento de la pareja es ya una práctica extendida en los partos naturales, es aún una excepción en los instrumentales, donde se precisa de algún tipo de intervención médica para que se desarrolle con éxito (fórceps, espátula), incluidas las cesáreas (25% de los nacimientos en España).

En general, durante este tipo intervenciones, el padre o acompañante es invitado a salir del paritorio durante la fase del expulsivo o ni siquiera se le deja entrar, en el caso de las cesáreas: su papel queda relegado al momento después deque se dé a luz.

En los partos por cesárea, el hombre suele ser invitado a salir de la sala, pero es en estos casos cuando la madre más les necesita

Los especialistas, sin embargo, destacan que es justo en estos partos instrumentales cuando se necesita más la presencia de la figura del acompañante. La simple sensación de que el parto no se desarrolla de forma natural, y requiere una intervención médica, hace a la madre aún más vulnerable y necesitada del apoyo y la calma que le puede proporcionar su pareja.

Algunos centros sanitarios están intentando cambiar las cosas. Hospitales, como el 12 de Octubre de Madrid, ya ofrecen a las madres que tienen una cesárea programada la posibilidad de estar acompañada durante la intervención, e incluso que el padre sea el que realice el contacto piel con piel con su bebé.

El hombre durante el parto, ¿por qué es importante?

Algunas investigaciones revelan que, para las mujeres, la simple presencia de una cara conocida a su lado durante el parto es suficiente para sentirse apoyadas. Así que el papel del padre o el acompañante elegido puede ir mucho más allá. Estas son algunas de las funciones o tareas en las que pueden participar:

  • Ayudar a cronometrar el intervalo de las contracciones durante el periodo de dilatación.

  • Tranquilizar, animar y calmar a la madre en los momentos en los que muestre mayor grado de tensión.

  • Entretener a la mujer para que esté distraída y no se le haga tan largo el trabajo de parto.

  • Realizar a la gestante masajes en la espalda o en el abdomen para aliviar los posibles dolores.

  • Estar atento a sus necesidades (sed, frio, calor, etc.) y solicitar atención del especialista, cuando la madre lo requiera.

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