Los mejores planes con niños para los días de calor

Los pequeños deben evitar las actividades que requieran gran esfuerzo físico y mantenerse bien hidratados durante las jornadas más calurosas
Por Marta Vázquez-Reina 24 de agosto de 2017
Img piscinas terrazas peligros port
Imagen: Jim_Filim

Vacaciones, playa, juegos de agua, piscina… El verano para los niños se asocia con diversión. Pero cuando el calor aprieta es necesario extremar las precauciones, puesto que las altas temperaturas estivales implican también un riesgo para la salud de los pequeños. Es este artículo se explica cómo afecta el calor a los niños y qué recomiendan los especialistas para evitar sus efectos nocivos. También se detallan cuatro planes refrescantes para que puedan divertirse y disfrutar del verano sin tener que exponerse a un exceso de calor.

El calor y los niños

El verano es una de las épocas del año favoritas de los niños, cuando las condiciones climatológicas y las temperaturas les permiten disfrutar de mayor tiempo de ocio y actividades al aire libre. Sin embargo, los episodios de calor intenso en el periodo estival son cada vez más frecuentes y representan un riesgo para su salud.

El calor excesivo puede alterar las funciones vitales del cuerpo y «provocar problemas de salud como calambres, deshidratación, insolación o golpe de calor«. Así lo recoge el ‘Plan Nacional de actuaciones preventivas de los efectos del exceso de temperaturas sobre la salud’ elaborado por el Ministerio de Sanidad. Cuando los menores se exponen a la luz y a las altas temperaturas, pueden aparecer también erupciones en la piel, fatiga y agotamiento por calor; este último provoca síntomas tan variados como debilidad, náuseas, dolor de cabeza, ansiedad e incluso taquicardia.

Precauciones frente al calor

Los especialistas recomiendan adoptar distintas precauciones para prevenir los posibles problemas de salud asociados a las altas temperaturas en los niños:

  • Mantener la hidratación. Para combatir la deshidratación es imprescindible beber una buena cantidad de líquidos. Los expertos del Instituto Agua y Salud aconsejan que los menores de ocho años beban al menos 1,8 litros de agua al día en el verano.
  • Controlar la temperatura en el hogar. Durante una ola de calor es importante mantener la casa fresca para los más pequeños. Para ello, se pueden aprovechar las corrientes de aire y hacer buen uso de las persianas a fin de evitar el sol directo en la vivienda. En el caso de disponer de aire acondicionado, el Observatorio de Salud y Cambio Climático recomienda no alcanzar temperaturas inferiores a 21 ºC durante el día y 25 ºC por la noche.
  • Evitar las horas de más calor y el ejercicio intenso. Las horas de mediodía y primeras de la tarde, cuando el calor más aprieta, es conveniente mantener a los pequeños dentro de casa o en otro recinto refrigerado. Y es que el ejercicio intenso con una temperatura excesiva eleva el riesgo de deshidratación en los niños.
  • Proteger la piel. Los pediatras recomiendan adoptar algunos hábitos preventivos para proteger la piel de los menores de los rayos solares, como evitar la exposición al sol en las horas centrales del día, utilizar repetidamente crema solar con factor protector superior a 15 y proteger el cuerpo con ropa y sombreros.

    Cuatro planes refrescantes

    Aprieta el calor y es necesario evitar que los niños se expongan a las altas temperaturas. Enchufar la tele y el aire acondicionado a la vez es la solución más fácil y rápida, pero también se puede optar por otras alternativas refrescantes y divertidas para entretener a los más pequeños. Estas son algunas propuestas:

  • Al rico helado. Una jornada en la cocina para hacer un helado es un plan que entusiasma a la mayoría de los niños. Además de ser refrescantes y fáciles de digerir, su preparación no requiere grandes habilidades culinarias. Polos en moldes con zumos de frutas ola receta de helado al minuto del canal de Alimentación de EEROSKI CONSUMER son dos opciones con éxito asegurado.

  • Juegos de agua. Pistolas o globos de agua, pompas de jabón, cubitos de hielo o un simple plástico y una manguera es lo único que hace falta para que los menores se refresquen en el patio o el jardín durante unas horas mientras se divierten.
  • En busca del frío. Una visita a la biblioteca pública o un recorrido por un museo interesante para los pequeños es otra alternativa para que se entretengan y, a la vez, puedan disfrutar de un buen aire acondicionado que haga más llevaderas las horas de calor extremo.
  • Cine de verano. Cuando el sol cae y la temperatura desciende, aunque sea unos grados, qué mejor opción que acudir a un cine de verano. Estas proyecciones forman parte de la oferta cultural de los ayuntamientos y su acceso es gratuito. Por lo general, la programación está orientada al público infantil y juvenil.
  • Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube