Menores e Internet: ¡mi hijo ha cometido un delito!

Mandar un vídeo o una foto sin permiso del afectado, insultar de gravedad o amenazar por el móvil son delitos que pueden cometer niños y adolescentes, incluso sin saberlo
Por Blanca Álvarez Barco 11 de abril de 2019

Durante 2017 hubo 2.287 menores víctimas de ciberdelitos en España, un 25 % más que hace tres años, según el estudio ‘Menores e Internet’ elaborado por el portal Qustodio. Pero los niños no solo pueden ser víctimas. Los menores con ordenadores o móviles que tienen acceso a Internet también cometen delitos, en ocasiones incluso sin saberlo: calumnias e injurias, amenazas, revelación de secretos… ¿Qué consecuencias tienen? A continuación lo analizamos con expertos que también cuentan cómo evitar que tu hijo cometa un delito a través de la Red.

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¿Qué delitos puede cometer un menor por Internet?

No es cosa de broma. Adolescentes y niños (cada vez más pequeños) utilizan a diario las aplicaciones Instagram, Twiter, Facebook o WhatsApp en sus móviles u ordenadores para jugar, conversar, reírse, enfadarse, hacerse fotos y vídeos. Todo, aparentemente inofensivo. Sin embargo, no es así. Sin ser conscientes pueden estar cometiendo un delito. ¿Cómo es posible? Insultar a alguien, difamarlo, enviar imágenes de un tercero sin su permiso… Todas estas acciones pueden resultar delictivas si revisten la suficiente gravedad.

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¿Cuáles son estos delitos? Según la ponencia ‘Los estudiantes de secundaria y el delito informático; víctimas y verdugos’, elaborada por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), los ciberdelitos más extendidos entre los adolescentes son los siguientes:

  • Amenaza. Sin darse cuenta, amparado en el supuesto anonimato que da Internet, se puede atacar gravemente a otra persona. «Todo lo que se diga a otro chaval por el móvil o en un correo es como si se lo dijéramos en persona, tiene la misma repercusión y consecuencias», explica la abogada Anabel García. Constituye un delito -aunque el menor crea decirlo en broma- anunciar o advertir a otra persona que le causará un daño a él, a su familia o a alguien vinculado con él (lesiones, ataque contra la libertad sexual o la integridad moral, contra el honor…)

    Dentro del delito de amenazas, está incluido el chantaje. En ocasiones, según fuentes de la Policía Nacional, «se utilizan vídeos o fotografías que se han hecho y enviado a alguien cuando tenían una relación, para chantajear al otro». Se le amenaza con difundirlas por correo electrónico, redes sociales, YouTube…

  • Injurias y calumnias. Para evitar la injuria hay que tener cuidado con publicar imágenes o vídeos sin autorización o consentimiento de la persona que sale en ellos, y con realizar montajes fotográficos. Por supuesto, nunca se debe insultar o difamar.

    Respecto a la calumnia, jamás se debe acusar a otro de cometer un delito, sabiendo que no es así y difundirlo en Internet (web, correo electrónico, foros, chats, etc). Además, si no se cuenta con el consentimiento de las personas cuyas imágenes son captadas y difundidas, se incurre en una infracción grave de la Ley de Protección de Datos.

  • Cyberbullying. Es cualquier mensaje cruel, amenazador, intimidatorio… Este tipo de acoso, además, se produce a cualquier hora y alcanza espacios considerados antes como seguros, como la casa.

  • Usurpación de identidad. A veces los menores cometen este delito cuando, para situaciones que se encuentren en Internet y se les pida ser mayor de edad, se hacen pasar por cualquiera de sus padres para obtenerlo, como explica David Pizarro, del Departamento jurídico de Abogadium.

¿Qué consecuencias tiene cometer ciberdelitos?

Todos actuamos en Internet sin pensar en las consecuencias de lo que hacemos. Pero los niños y jóvenes aún más, porque en ellos hay una sensación de doble impunidad: lo que se hace no es grave y si se hace, no pasará nada por ser menores. ¡Gran error! Hay que saber que todo deja un rastro, una huella que Policía Nacional, Guardia Civil y policías autonómicas pueden seguir con facilidad.

Además, conviene saber que el menor hasta los 14 años no tiene responsabilidad penal, pero a partir de entonces empieza a tener una responsabilidad «atenuada hasta que cumple los 18 años y alcanza la mayoría de edad, que es cuando adquiere una responsabilidad penal plena. En función de la edad que tenga, tendrá una responsabilidad u otra», explica Pizarro.

El ciberdelito de un menor puede tener consecuencias penales y también afectará al patrimonio familiar

Prestar servicio a la comunidad, pasar un tiempo en libertad vigilada, alejarse de la víctima en caso de acoso, estancias de fines de semana en un centro… Todas estas son consecuencias a las que se podrá enfrentar un adolescente, si comete un delito. Están recogidas en la Ley Orgánica de Responsabilidad Penal del Menor. En general (según la gravedad del delito) se intenta una solución extrajudicial, pero hay ocasiones en las que no queda más remedio que presentarse a juicio, que tendrá su correspondiente sentencia.

Pero estas actuaciones delictivas no solo tienen consecuencias penales, sino que los padres pueden verse afectados en su patrimonio. Porque, según qué delitos, su hijo deberá indemnizar a la víctima por todos los daños causados.

Cómo evitar que tu hijo cometa un delito por Internet

¿Eres consciente de la posibilidad de que tu hijo cometa un delito? «Actualmente la sociedad es poco consciente del problema», apunta David Pizarro. No obstante, gracias a casos polémicos que salen en los medios de comunicación, cada vez se está concienciando más a los progenitores con estos temas, «pero queda mucho camino por delante», añade.

Estamos ante un problema complejo, y como tal, no tiene una única solución. En primer lugar, resulta esencial la formación a nivel académico, desde edades tempranas, sobre los pros y contras del uso de Internet y las redes sociales. Es muy importante explicar a los niños y adolescentes los posibles delitos o irregularidades que se pueden cometer en la Red, con una explicación clara de a qué se enfrentan siendo menores.

Además, no es menos importante informar a los padres, mediante charlas o seminarios, de los peligros de Internet. «Esto es clave en mi opinión, si los padres no son muchas veces conscientes de estos peligros, mucho menos lo serán sus hijos», reconoce el jurista.

Netiqueta, las normas de educación en Internet
  • Regla 1. No olvides que la persona que lee el mensaje tiene sentimientos y le puedes herir.
  • Regla 2. Sigue en Internet la misma línea de comportamiento que tienes en la vida real.

  • Regla 3. No escribas todo en mayúsculas; se considera como gritar.

  • Regla 4. Respeta el tiempo y ancho de banda de otras personas.

  • Regla 5. Muestra tu mejor cara mientras navegas por la Red.

  • Regla 6. Comparte tus conocimientos con la comunidad.

  • Regla 7. Ayuda a mantener un ambiente sano y educativo.

  • Regla 8. Respeta la privacidad de terceras personas.

  • Regla 9. No abuses.

  • Regla 10. Disculpa los errores ajenos.

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