Partos sin epidural, ¿madres más felices?

Las mujeres que dan a luz sin epidural se muestran más satisfechas que las que sí reciben la anestesia, según una investigación reciente
Por Cristian Vázquez 29 de enero de 2014
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Imagen: Rolands Lakis

Siete de cada diez mujeres que dan a luz en España reciben la anestesia epidural, que permite aliviar el temido dolor del parto. Sin embargo, hay quienes lamentan un uso sistemático de un recurso que en realidad debería ser solo una opción. Una investigación reciente aporta un dato que podría ser un fundamento más en ese sentido: las mujeres que tienen un parto vaginal sin epidural se expresan luego más satisfechas que quienes reciben la epidural y las que tienen cesáreas. Este artículo reseña ese estudio y apunta los beneficios de que la experiencia del parto sea satisfactoria, sea cual sea la opción de la futura madre.

Parto sin epidural, ¿madres más felices?

En España, el empleo de la anestesia epidural en los partos se comenzó a implementar de forma general hace unos 15 años. En la actualidad, según datos del Ministerio de Sanidad, el 72% de las mujeres que van a dar a luz solicitan su aplicación para combatir el dolor del parto. Sin embargo, algunos sectores critican «el uso sistemático de la epidural durante el parto. La razón, alegan, son algunas de «las consecuencias negativas que acarrea».

Un estudio de publicación reciente viene a brindar un argumento nuevo a estos críticos. Se trata de un trabajo realizado por expertos de la Universidad de Granada y del Hospital Universitario San Cecilio. Estos médicos concluyen que «las mujeres que tienen un parto vaginal sin epidural después se muestran más satisfechas» que quienes sí recibieron la anestesia.

Las mujeres que dan a luz sin epidural se declaran más satisfechas con su parto, según un estudio de la Universidad de Granada

Entre las madres que formaron parte del estudio, un 69% de las que tuvieron un parto vaginal sin epidural se mostraron «satisfechas», contra un 47% de las que dieron a luz con epidural y un 36% de quienes parieron a través de una cesárea.

Otros factores también contribuyeron, no obstante, con la satisfacción de las madres: haber estado acompañadas por un familiar durante el parto, una actitud positiva por parte del personal sanitario y «haber comenzado la lactancia de forma precoz«, según declararon las mujeres que participaron en el trabajo.

La investigación, cuyos resultados han sido publicados en el número de 2013 de la revista ‘Nutrición Hospitalaria’, se basó en el seguimiento de 60 mujeres que tuvieron hijos entre agosto de 2011 y el mismo mes del año siguiente.

Beneficios de un parto satisfactorio

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Imagen: Phalinn Ooi

El grado de satisfacción de las mujeres durante el parto y el posparto tiene su correlato posterior sobre factores importantes, como la lactancia materna y el estado de ánimo. «Estar satisfecha o no en el momento del parto guarda relación con la duración de la lactancia materna«, afirma María José Aguilar Cordero, catedrática de Enfermería de la Universidad de Granada.

También existe un mayor porcentaje de madres que continúan con la lactancia materna a los tres meses, si han estado satisfechas en el parto, en comparación con aquellas que han estado menos satisfechas. Además, las mujeres que están más satisfechas con el parto y la lactancia tienen un menor riesgo de padecer una depresión posparto, según los científicos del estudio.

De todos modos, estos expertos indican que el debate sobre si es más satisfactorio o no para las madres el uso de la analgesia epidural «queda abierto» a posteriores investigaciones.

Epidural: ventajas e inconvenientes

Según el protocolo de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, la “epidural proporciona un alivio del dolor durante todos los periodos del parto, superior a los de cualquier otra analgesia sistemática, y es de gran seguridad”. Por eso, lo normal es que la reciba toda mujer que lo solicite cuando va a dar a luz.

Existen casos, no obstante, en los que estos expertos contraindican su aplicación, como cuando la mujer tiene una infección o un tatuaje en la zona de punción, si es alérgica a los opiáceos o anestésicos locales o si tiene un problema grave de corazón.

Pero además, esta anestesia provoca otros efectos negativos. Uno de ellos es dificultad para dilatar durante el parto. Según la asociación El Parto es Nuestro, aplicar la epidural con una dilatación de cuatro centímetros implica que el riesgo de necesitar una cesárea es del 26%; si la dilatación es de tres centímetros, las posibilidades aumentan hasta el 33%; y si es con dos centímetros, la probabilidad alcanza el 50%.

Además, esta anestesia bloquea las ganas de empujar de la madre, debido a lo cual, en ciertos casos, propicia el uso de instrumentos durante el parto, como fórceps, ventosas y espátulas. “La epidural debería ser una opción”, dicen desde El Parto es Nuestro, “y no una necesidad impuesta por el ambiente en ocasiones deshumanizado de muchos hospitales”.

De todos modos, y más allá del deseo de tener un parto más natural y consciente, esta asociación añade una recomendación importante: “Si te ves en la necesidad de pedirla, y habías planeado no hacerlo, no te culpes y no renuncies a decidir sobre cualquier otro aspecto de tu parto”.

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