Por qué vacunar a los niños, niñas y adolescentes contra la gripe

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Antes de la pandemia de covid-19, el Comité Asesor de Vacunas e Inmunizaciones de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP) recomendaba la vacunación antigripal principalmente a los grupos de riesgo y personas que pudieran estar en contacto con ellos. Sin embargo, el nuevo coronavirus cambió las reglas del juego y, desde hace dos temporadas, los mismos expertos en pediatría ampliaron sus recomendaciones a los siguientes grupos de población:

• Todos los niños entre 6 y 59 meses de edad (5 años).  
• Grupos de riesgo: niños a partir de los 6 meses de edad y adolescentes con enfermedades de base o determinadas situaciones que supongan un riesgo aumentado de padecer complicaciones de la gripe. 
• Personas a partir de los 6 meses que convivan con pacientes de riesgo.
• Personas que conviven con menores de 6 meses, ya que estos bebés no pueden recibir todavía la vacuna.
• Todos los profesionales sanitarios.
• Embarazadas, tanto para su propia protección como para la de su futuro hijo, en cualquier momento de la gestación.

El año pasado el Ministerio de Sanidad incluyó la nueva recomendación en el calendario de inmunizaciones, y ya todas las comunidades autónomas financian la vacunación para los menores de cinco años.

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Y desde este año, además, la CAV-AEP considera que la vacunación antigripal también es una medida recomendable para niños sanos mayores de 5 a 18 años, y por tanto no incluidos en los grupos de riesgo.

Para hacer estas recomendaciones, el Comité Asesor de Vacunas e Inmunizaciones de la Asociación Española de Pediatría se basa en la revisión de la bibliografía que hay sobre la efectividad y la seguridad de las vacunas y el análisis de la experiencia de las temporadas anteriores.

Así, considera que existe evidencia suficiente para aconsejar la vacunación antigripal universal en los menores de 6 a 59 meses, tal y como lo proponen desde 2012 la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras agencias reguladoras internacionales, como el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC). Y en el caso de los niños más mayores, se sigue la decisión de otros países (Reino Unido, Irlanda, Francia, Eslovaquia, Polonia, EE. UU. y Canadá, entre otros), que justifican la extensión en base a la transmisibilidad al inicio de las epidemias y por tratarse de una medida rentable.

¿Y por qué se recomienda vacunar de la gripe a los niños y adolescentes? Les proporciona protección individual y favorece la protección familiar y comunitaria frente a ella. Y es que la gripe sigue siendo una amenaza para todos, mientras que la vacuna, la forma más efectiva de prevenirla. La AEP cuenta con un decálogo con los motivos por los que se aconseja la vacunación de los menores. Se resumen en los siguientes:

Propia del otoño e invierno, la gripe afecta a todos los sectores de la población, pero la incidencia en los niños es muy alta, ya que se estima que es hasta 3 o 4 veces más que en los adultos. La gripe ataca a entre un 30-40 % de los menores, aunque en entornos escolares puede darse en más de la mitad de los peques.

La gripe les afecta muy pronto. Como explican los pediatras en su documento de recomendaciones para 2024-25, “la epidemia gripal se inicia cada temporada con un aumento de la incidencia de casos en los niños, tanto en los menores de un año, como en los de 1 a 4 años y también en los de 5 a 14 años, anticipando en unas pocas semanas la infección en edades ulteriores”.

Esta enfermedad infecciosa resulta muy contagiosa, y los menores ostentan el título de principales transmisores. Y lo son, pues liberan más virus y durante más tiempo que los adultos. Además, no solo los propagan entre los de su edad, sino que también lo hacen a las personas mayores y adultos de su entorno —muchos de ellos vulnerables—, que son los que les cuidan cuando están enfermos (padres, madres, abuelos, abuelas…).

Entre los síntomas más característicos de la gripe figuran fiebre muy alta, tos seca, mocos, cefalea, intenso malestar y dolor de garganta y muscular. En menores de 3 años, la otitis media agua representa la principal complicación derivada de la gripe (20 %). Y en niños asmáticos destaca la exacerbación del asma.

Además, a veces, la gripe se complica y hay que ir al hospital, pues aparece neumonía, traqueobronquitis, bronquiolitis, encefalitis… y causar la muerte. Y a pesar de que las personas mayores tienen más facilidad para sufrir una forma grave de la enfermedad, la gripe también ataca con fuerza a los más pequeños con estas complicaciones. En España la gripe produce cada año en menores de 15 años en torno a 1.000 casos de hospitalizaciones con complicaciones graves y aproximadamente 10 muertes.

Como detalla la AEP, dos de cada tres niños que son hospitalizados por gripe no tienen factores de riesgo conocidos previamente, es decir, son menores sanos sin patologías previas. En concreto, según el documento de recomendaciones para 2024-25, la mitad de los peques ingresados entre 5 a 14 años son sanos.

Y, en contra de lo que se piensa, la tasa (porcentaje) de peques que entran en los hospitales por gripe grave supera año tras año a la de los mayores de 65 años, y suelen presentar tasas de hospitalización comparables a los mayores de 65 años, especialmente en el colectivo de peques sanos menores de 4 años. El año pasado, según datos del Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (SIVIRA), tras el grupo de personas mayores, el colectivo con mayor tasa fue el de los menores de 1 año.

Como demuestran varios estudios, la vacunación infantil frente a la gripe interrumpe la cadena de transmisión y protege indirectamente a otros miembros de la comunidad. Así, es una medida eficaz para disminuir la morbimortalidad en el resto de la población, incluidos los colectivos más vulnerables, como ancianos, personas inmunodeprimidas y menores de 6 meses. Vacunando al niño sano, se le protege individualmente frente a la gripe y sus complicaciones y a título colectivo, a su entorno familiar, escolar y de amistades.

Y esto es importante tenerlo en cuenta. Como señala el CAV-AEP, existen investigaciones que muestran como en España, la cobertura de vacunación en niños con enfermedades de base no supera el 20 % en general, y solo una cuarta parte de los niños con factores de riesgo hospitalizados por gripe han recibido la vacuna antigripal.

Precisamente las reducidas coberturas de la vacunación antigripal registradas en la temporada pasada en los menores de 5 años — entre el 33 % y el 55 %—  han impulsado al colectivo de pediatras a dar el paso y recomendar que se amplíe al resto de niños y adolescentes: “Dadas las decepcionantes coberturas de la vacunación antigripal en niños entre 6 y 59 meses, creemos que se deben poner todas las medidas disponibles por parte de Salud Pública, personal sanitario y sociedades científicas para conseguir como objetivo principal el aumento de coberturas en este grupo y, que una vez conseguido, centrar los esfuerzos no solo en mantener esas coberturas, sino en ampliar la vacunación sistemática frente a gripe en niños y adolescentes entre 6 y 18 años”.

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La forma más efectiva de prevenir la gripe es la vacunación, además del lavado de manos y el uso de mascarillas. Así que, si quieres que tu hijo reciba la vacuna, deberás acudir a vuestro centro de salud y solicitarla. Y en el caso de niños de más de 5 años y adolescentes, tendrás que pedir la prescripción médica, comprarla en la farmacia y un profesional sanitario se la administrará en su ambulatorio.

Para vacunar a los peques, el CAV-AEP recomienda usar las antigripales tetravalentes inactivadas para uso por vía intramuscular o subcutánea profunda, como la atenuada trivalente por vía intranasal. Todas ellas han demostrado ser muy seguras. ¿El efecto adverso más frecuente? Los efectos secundarios pueden incluir febrícula, enrojecimiento y dolor en la zona de la inyección, y en el caso de la intranasal, picor de nariz y congestión.

En las vacunas inactivadas, el CAV-AEP aconseja administrar la dosis completa de 0,5 ml para todas las edades, ya sea en el muslo o en el brazo. Tres de ellas han sido producidas en cultivos en huevo (Fluarix Tetra, Influvac Tetra y Vaxigrip Tetra) y están indicadas a partir de los 6 meses de edad. 

Otra vacuna inactivada tetravalente es Flucelvax Tetra, se utiliza a partir de los 2 años y se ha fabricado en cultivos celulares.

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Pero a estas edades, el CAV-AEP recomienda emplear otra, ya que su forma de administración es sencilla y muy bien tolerada por los niños, además de porque facilita la mejora de las coberturas y por su mayor efectividad (80 %).

La vacuna intranasal para la gripe se llama Fluenz Tetra (producida en cultivos de huevo) y está dirigida a niños y adolescentes entre 2 y 17 años de edad. No está autorizada para su uso en personas inmunodeprimidas, en tratamiento con salicilatos y debe usarse con precaución si padecen asma moderada. Se aplica mediante una pulverización de 0,1 ml en cada fosa nasal. Su coste es de unos 37 euros.