Si el cabecero de una cama de madera es liso, es posible darle de un aspecto más llamativo pintando una cenefa que contraste con el color de base. En primer lugar, hay que dibujar los motivos sobre una cartulina. Un truco efectivo es cortar una patata por la mitad y tallar sobre ella el dibujo que se quiere plasmar para utilizarla como si de un tapón se tratara.
Otra opción consiste en aplicar esta técnica no sobre el propio cabecero sino sobre un trozo de madera de un color diferente. De esta forma, se podrá comprobar el resultado y coger práctica hasta obtener un resultado convincente. Una vez logrado, se podrá fijar al cabecero el trozo de madera con cola de carpintero y clavos de punta perdida.
Para decorar una habitación infantil, se puede retirar el cabecero y plasmar las manos pintadas de diferentes colores e incluso lanzar pintura sobre él, para otorgarle un aspecto más desenfadado.
También se puede tallar la propia madera para crear bonitos adornos. En el caso mostrado en la fotografía, se ha optado por unos elementos piramidales de base cuadrada fijados a modo de cenefa sobre el cabecero con cola de carpintero, logrando así un aspecto rústico.
