A la hora de aportar mayor intimidad a la estancia, casi siempre optamos por colocar unas cortinas en el interior de nuestra residencia. Sin embargo, si vivimos en una vivienda de carácter unifamiliar tenemos alguna opción más que barajar, como la colocación de celosías o contraventanas.
En un artículo anterior ya hablamos sobre las celosías. Ahora explicaremos cómo construir una contraventana, que cumple con una función similar, pero resguarda en mayor medida el interior de la vivienda frente a las inclemencias meteorológicas y las miradas indiscretas, algo muy de agradecer, sobre todo en las plantas bajas de las viviendas no ajardinadas.
Para fabricar la contraventana necesitaremos conocer el tamaño de la misma, dejando un pequeño margen para que pueda unirse ésta a la pared de la vivienda con unas bisagras metálicas.
Adquiriremos el trozo de madera de la medida adecuada y lo cortaremos en listones de igual anchura, que pintaremos de un color que contraste con el de la pared. Para unir las maderas que compondrán las dos puertas de nuestra contraventana emplearemos dos listones de madera que abarquen el ancho de cada una de ellas y lo reforzaremos con otro listón colocado en diagonal, de forma que conformemos una Z con los tres listones de unión. Para unir ambas partes emplearemos cola de carpintero y clavos.
Es conveniente decorar la madera antes de proceder a unirla. Deberemos comprobar si se encuentra libre de plagas, lijar la madera en el sentido de la veta para evitar que absorba exceso de material decorativo, aplicarle una mano de tapaporos, una de imprimación y una capa de pintura resistente a la intemperie.