Cómo se realiza el purgado de los radiadores

Extraer el aire que ha quedado atrapado entre los paneles
Por EROSKI Consumer 17 de junio de 2003

Hay muchas labores necesarias para asegurar el buen funcionamiento del sistema de calefacción de un hogar. El purgado es la acción más habitual y sencilla. Debe de realizarse cuando el agua que circula por el circuito de la calefacción hace ruidos extraños en los radiadores. Dichos ruidos están provocados por una burbuja de aire que ha quedado atrapada entre los paneles y resuena por fricción al paso del líquido.

Para quitar esa bolsa de aire, deberá abrir una pequeña válvula que todos los radiadores antiguos o modernos tienen en su parte superior. Esa válvula, denominada generalmente purgador, se puede abrir con una llave especial (si no la tiene porque la instalación es antigua, adquiérala en una ferretería), o con un destornillador o una moneda, según el modelo.

Cuando esté dispuesto a quitar el aire del radiador, prepare un recipiente para contener el agua. Luego, abra muy despacio el purgador, apenas media vuelta de rosca (si lo abriera por completo, el agua del radiador saldría a chorros), hasta que escuche el silbido clásico del aire al salir a presión. Cuando comience a gotear agua, cierre inmediatamente el purgador. Repita esta operación, con mucho cuidado, cuantas veces sea necesario para eliminar las bolsas de aire.

Si quiere despreocuparse del purgado de los radiadores, tiene la posibilidad de sustituir los purgadores manuales por unos purgadores automáticos.

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