La fucsia es una planta perteneciente a la familia de las Onagráceas que puede desarrollarse tanto en el interior como en cualquier jardín que cumpla unas condiciones mínimas.
El mejor suelo en el que se puede plantar para asegurar su crecimiento es aquel que contenga un mantillo mezclado con un poco de estiércol bien descompuesto y una parte de arena. Lo ideal es cultivarla en una maceta, para facilitar su traslado del jardín al interior cuando el tiempo empiece a refrescar.
Zona continental
Si la zona climática en la que queremos plantar la fucsia es continental lo mejor es cultivarla en una maceta y sacarla al exterior tan sólo entre la primavera y principios de otoño. Sin embargo, ha de tener en cuenta que al trasladar las plantas de un lugar a otro éstas requieren de un tiempo de adaptación por lo que no es conveniente que sufran cambios de temperatura muy bruscos. Por este motivo, antes de que llegue el frío hay que podarla y trasladarla a un lugar interior muy iluminado, como una habitación no calefactada o una terraza o balcón bien protegido o acristalado.
Zona mediterránea y subtropical
Como los inviernos no suelen ser muy duros puede mantenerla en el exterior durante todo el año, siempre y cuando esté protegida de los devastadores efectos del viento. La poda deberá realizarse a principios de la primavera. Si no hay riesgo de heladas podrá hacerlo a finales de febrero y de esta forma conseguirá adelantar al máximo la floración.
Zona atlántica
Podrá cultivarla en jardín siempre y cuando proteja su base mediante un buen acolchado. Respecto a sus necesidades de poda, elimine las ramas muy finas o muertas a principios de primavera y tenga en cuenta que si se retrasa perderá parte de la floración.
Como ya se ha comentado la fucsia puede ser disfrutada tanto en el interior como en el exterior de los hogares, por lo que será importante darle un cuidado diferente según su ubicación:
–Ejemplar en el interior: durante los meses de invierno, sáquela de las habitaciones con calefacción fuerte, ya que prefiere una temperatura moderada y un ambiente húmedo a la sequedad provocada por radiadores y estufas. Situela en lugares luminosos, pero nunca a pleno sol.
–Ejemplar en el exterior: al aire libre, le conviene el calor. Es importante mantener una temperatura que oscile entre los 16 a los 21º C. Irremediablemente en invierno bajan las temperaturas y esta planta lo resistirá siempre y cuando no se alcancen valores bajo cero. En relación a las necesidades de luz, los ejemplares cultivados en jardín requieren zonas sombreadas y húmedas.
Las necesidades de agua son similares en ambos casos, ya que precisa riegos abundantes en verano y escasos en invierno, pero sin dejar en ningún momento que la tierra se seque.
