A la hora de emprender cualquier obra doméstica en la que se requiera cemento hay que procurar realizar un cálculo de lo necesario. En caso de que sobre y se desee conservarlo para otras obras hay que meterlo en un saco grande bien cerrado y ubicarlo en lugar donde no toque el suelo, sobre un buen puñado de revistas o sobre un soporte de madera. De esta forma se preserva de la humedad evitando su deterioro.
Por otra parte para que la pasta de cemento no se ponga dura durante una obra lo mejor es introducirla en un cubo y rociarla con agua hasta que vuelva a ser utilizada. Aguantará perfectamente mientras no se utilice y tan sólo será necesario removerla posteriormente para tenerla de nuevo operativa.