El plumbago, anual o perenne

Es recomendable podar este arbusto a principios de primavera
Por EROSKI Consumer 3 de enero de 2005

El plumbago es un arbusto de carácter anual o perenne, según la especie de la que se trate de entre las diez existentes, que puede llegar a alcanzar una altura próxima a los dos metros.

Este arbusto puede ser utilizado tanto como planta trepadora o colgante. Muestra un follaje de forma muy variada, en función de la variedad de que se trate, y sus flores crecen en forma de espiga al final de las ramas. Cada corola tiene cinco pétalos que pueden ser de color blanco, azul, violeta o rosa. Los vástagos tienen tallos ramosos, con profundas estrías longitudinales; las hojas son onduladas, ásperas al tacto y con los bordes denticulados. Las flores forman pequeñas espigas en las sumidades de las ramitas.

Este ejemplar, perteneciente a la especie de las Plumbagináceas, es oriundo del sur del continente africano, Asia y algunos países de Sudamérica, especialmente Perú. Esta familia pertenece al grupo de las plantas simpétalas o gamopétalas, es decir, aquéllas que tienen todos los pétalos unidos entre sí, como soldados formando una única pieza.

Para lograr su perfecto desarrollo, el plumbago requiere que empleemos un mantillo o una tierra ligeramente compacta, que será abonada con un fertilizante líquido cada 10 días, sobre todo a lo largo del periodo de floración. También se recomienda podar a comienzos de la primavera.

Respecto a sus necesidades de riego, deberemos regarlo abundantemente mientras que esté creciendo, para posteriormente aplicar agua de manera moderada con el fin de mantener el suelo fresco. Lo idóneo es que se encuentre a pleno sol y se retire a zonas luminosas, pero de interior, en los meses en los que las temperaturas son más bajas. Por ello resulta muy recomendable plantarlo en macetas para facilitar su posterior traslado.

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