En toda casa de campo, caserío o chalet, como en muchas otras viviendas, es inevitable la presencia de los diferentes contadores de consumo eléctrico o del agua. En ocasiones estos aparatos están situados en zonas que afean ostensiblemente un jardín o la entrada al hogar, así que hay que recurrir a la imaginación para convertir ese espacio en algo más que una caja y un poste antiestético.
La solución que se ofrece desde estas líneas es recurrir a unos sencillos conocimientos de jardinería para envolver el contador hasta integrarlo dentro de un marco natural.
En función de donde se encuentra situado el contador y del espacio del que se disponga, se prepara un arriete circular o geométrico tratando de dejar el elemento que queremos ocultar bastante centrado y accesible para que cuando lleguen los operarios a efectuar la medición puedan hacer su trabajo sin provocar daños en el conjunto creado. Para ello, lo más adecuado es dejar un acceso de piedra o grava hasta el cajetín, como se muestra en la imagen.
Además de la localización del aparato, también es importante escoger bien los ejemplares que se vayan a plantar en torno a él. Es decir, si el poste es muy alto, es aconsejable cultivar arbustos y plantas que alcancen una altura suficiente como para cubrirlo y siempre buscando una disposición tal que sólo pueda ser visto desde el acceso que se ha creado para tal fin.