Reparar las clavijas defectuosas de los enchufes

Es un arreglo que evita graves daños en los aparatos eléctricos
Por EROSKI Consumer 27 de agosto de 2003
Img interruptor rotolist
Imagen: David Woo

Su empleo continuado y, en ocasiones, un uso indebido provocan que las clavijas de los enchufes de los aparatos eléctricos se estropeen con facilidad. En especial, si son de plástico. El desgaste de sus componentes provoca fallos totales o parciales que impiden el normal funcionamiento del aparato al que las clavijas deben aportar corriente. Para evitar disgustos y mantener las máximas garantías de seguridad, es fundamental arreglar estos elementos de forma inmediata.

Cómo proceder

La falta de corriente en el aparato y el aspecto exterior de la carcasa que recubre las clavijas son las principales señales que delatan la necesidad del arreglo. En este último caso, si se observa alguna deformación o indicio de que este elemento se ha incendiado de forma parcial, la reparación urge. El motivo reside en que es posible que una subida de tensión o un nuevo cortocircuito dañen de manera irreparable el aparato eléctrico.

En ocasiones, el daño alcanza a los cables, por lo que conviene examinarlos

Para ello, con la ayuda de un destornillador pequeño, es preciso retirar el tornillo que mantiene unidas las dos mitades de la carcasa. Una vez en el interior, también se deben aflojar los tornillos de los conductores de cada espiga. En ocasiones, el daño alcanza a los cables, por lo que conviene examinarlos y decidir si es necesaria su sustitución. Si no se encuentran en perfectas condiciones, se deben cortar los trozos dañados.

A continuación, es preciso conectarlos a los alojamientos de la nueva carcasa y apretar los tornillos de sujeción. Es recomendable vigilar el orden en el que se hace. Si el enchufe tiene tres clavijas, conviene asegurarse de que el cable amarillo y verde, correspondiente a la toma de tierra, se coloca en la posición central.

Por último, hay que introducir las espigas o clavijas en los orificios, montar las dos mitades de la carcasa, cerrar y apretar el tornillo exterior que las une.

Interruptores deteriorados

En un hogar, los interruptores son un elemento de uso constante que, con frecuencia, es necesario arreglar. Las averías más comunes se originan cuando el pulsador se acciona de forma incorrecta, la tapa exterior se recalienta o el interruptor emite zumbidos internos.

Antes de iniciar el trabajo, por motivos de seguridad, es obligatorio desconectar el interruptor general y retirar el fusible. Tras quitar la tapa, lo primero es verificar que los terminales de los conductores están bien sujetos en su emplazamiento. Si están colocados de forma correcta y los problemas persisten, es preciso cambiar la estructura.

Para ello, se deben soltar los terminales de los bornes del interruptor y comprobar si se encuentran en buen estado. Una vez verificado, se conectan los conductores al nuevo interruptor, se coloca la placa en la caja y se atornilla con fuerza. El excedente de cable no es un problema ya que es posible doblarlo en el interior de la estructura.

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