Vigile la presencia de la cochinilla de escudo sobre sus ejemplares

Es un parásito muy sencillo de apreciar porque, al contrario que otras especies, es bastante grande
Por EROSKI Consumer 8 de febrero de 2007

La cochinilla de escudo es un parásito que, cuando está plenamente desarrollado, tiene el cuerpo cubierto de un caparazón de color marrón oscuro. Se trata de un insecto bastante grande, en comparación con otras plagas, que puede alcanzar los 4 milímetros de diámetro, lo que permite que sea detectado con suma facilidad, tal y como puede apreciarse en la fotografía.

Su ataque se centra principalmente en el envés de las hojas y los tallos. La cochinilla de escudo segrega un líquido viscoso, que se deposita en el haz de la hoja situada bajo ella, y hace que se forme un moho negro. La mejor forma de apreciar su presencia es a través de la vista, por lo que deberemos observar la parte posterior de las hojas a menudo para comprobar si ha hecho acto de presencia el insecto o el mencionado moho.

Si la planta está muy afectada lo mejor es arrancarla y deshacerse de ella, de lo contrario habría que aplicarle cada 7 días un insecticida sistémico -para no dañar el ecosistema circundante- hasta lograr su completa exterminación. Otra opción, si la plaga no es muy importante, consiste e quitar las cochinillas una a una empleando un trozo de algodón empapado en alcohol. Tras retirarlas deberá quitar el moho con un paño húmedo.

Si la plaga sólo ha alcanzado algunos de sus ejemplares es necesario que los aleje del resto. El cuarto de baño es un buen lugar para mantenerlos en cuarentena y evitar que se extienda.

Las cochinillas suelen alimentarse de los brotes tiernos en crecimiento de las plantas, por lo que su época de mayor apogeo es a lo largo de la primavera.

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