¿Contrato un plan de pensiones si me falta poco para la jubilación?

Si la jubilación está cercana, se puede contratar un plan de pensiones con aportaciones más cuantiosas o decantarse por modelos agresivos que mejoren la rentabilidad
Por José Ignacio Recio 29 de diciembre de 2014
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Imagen: roblisameehan

Según un reciente estudio realizado por ING, un 55% de los españoles están preocupados por su situación económica en la jubilación. Pero muchos no tienen contratado un plan de pensiones que pueda mejorar sus dorados años. Esta situación se agrava en los casos en que quedan pocos años para llegar a la jubilación. Si bien, tal y como atestigua el citado informe, más de la mitad de los españoles cree que el mejor momento para suscribir un plan es antes de cumplir los 45 años, son muchas las personas que sobrepasan esta edad sin tenerlo suscrito y dudan si será oportuno formalizarlo ya. Es cierto que cuanto antes se empiece a ahorrar mejor irá en la jubilación, pero si no se ha hecho, se pueden aplicar diferentes estrategias, como se indica en estas líneas. Las soluciones van desde incrementar las aportaciones a decantarse por modelos más agresivos que puedan mejorar la rentabilidad de estos productos.

Cómo contratar un plan de pensiones si casi soy jubilado

Los trabajadores a quienes les queden pocos años para jubilarse y no cuenten con un plan de pensiones pueden contratarlo aún. Les resultará beneficioso, siempre que cumplan con algunos de los requisitos, no solo monetarios, sino también fiscales y tendentes al ahorro:

  • Adelantarse lo más posible a su jubilación y, si bien con 50 o 55 años puede ser ya un poco tarde, siempre se está a tiempo de mejorar la jubilación, por mínima que sea la mejora. En cualquier caso, lo que no tiene sentido es suscribirlo cuando se está a tres, dos o un año de jubilarse, pues las aportaciones en la jubilación serán mínimas y apenas lo notarían en sus años de retiro.

  • Si se contrata muy poco tiempo antes de jubilarse, se puede solventar el desfase con fuertes aportaciones, más elevadas de lo normal, que ayuden a crear una bolsa de ahorro lo más contundente posible para cuando dejen de trabajar.

  • Debido a la premura de tiempo que les queda, deberán ahorrar todos los gastos posibles en la contratación de este producto. Esta estrategia pasa necesariamente por la eliminación de las comisiones o, en el peor de lo casos, con las más bajas del mercado.

  • Si quieren rentabilizar los pocos años que les quedan de trabajo, no tendrán más remedio que acudir a planes de pensiones más agresivos, incluso de renta variable si los mercados así lo indican, para que su pensión esté complementada lo mejor posible, aunque asumiendo mayores riesgos para incentivar la rentabilidad del plan de pensiones.

  • También tendrán en cuenta que, a pesar de la tardanza en formalizarlos, les va a suponer una serie de ventajas fiscales para pagar menos dinero durante los años que les resten hasta llegar a la jubilación. Todas las aportaciones que el partícipe realice durante el año se reducirán en su base imponible, aunque con unos máximos establecidos; en el caso de los mayores de 50 años, podrán aportar hasta un máximo anual de 12.500 euros, con una deducción que se eleva hasta el 50%.

Alternativas a los planes de pensiones

Una importante bolsa de ahorro en la cuenta será la mejor manera para llegar en las mejores condiciones al nuevo estado como jubilado. Pero no todos los mayores podrán haberla desarrollado y tendrán que optar por otros modelos para dotarse de una pensión adicional para los próximos años. Buena parte de estos deseos pueden formalizarse a través de otros productos que no sean planes de pensiones.

Uno de los más indicados sería depositar sus ahorros en los fondos de inversión más agresivos durante los últimos años de su vida laboral para conseguir una bolsa de ahorro que cuente con una rentabilidad anual entre el 3% y el 8% aproximadamente.

Si desean unos intereses más estables, aunque no tan cuantiosos, el planteamiento tendría que provenir de fondos procedentes de renta fija o gestión alternativa. Si por el contrario desean mejores márgenes de rentabilidad, la solución pasaría irremediablemente por la renta variable. No obstante, la elección de este modelo de ahorro conlleva mayores riesgos ya que los fondos -al igual que los planes de pensiones- no garantizan ninguna rentabilidad, en especial los de renta variable. Es por ello por lo que sus demandantes tendrían que ponerse en manos de un experto en estos mercados financieros para que les indicase la estrategia en los años siguientes hasta su jubilación.

¿Y si me quedo en paro?

Si bien con los planes de pensiones solo se podrían recuperar las aportaciones al llegar a la edad de jubilación, este escenario ha sido modificado de modo sustancial por parte del Gobierno, que ha decido cambiar la normativa que regula este producto para la jubilación. Uno de los sectores que podrán beneficiarse de esta nueva medida son los trabajadores que se queden en paro, que hasta hace poco tiempo no podían recuperar sus ahorros en los momentos de mayor necesidad económica.

Ahora ya podrán hacerlo, pero cumpliendo con una serie de requisitos: encontrarse en situación de desempleo, no tener derecho a las prestaciones por desempleo, o haberlas agotado, y estar registrados como demandantes de empleo en el servicio público. También los trabajadores por cuenta propia que hayan cesado en su actividad podrán rescatar sus ahorros de los planes de pensiones si cumplen con los citados requerimientos.

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