¿Sé lo que pago por mi plan de pensiones?

El 95% de quienes tienen contratado un plan de pensiones no son conscientes de las comisiones que pagan por él
Por José Ignacio Recio 15 de diciembre de 2014
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Imagen: Marcelo Moura

Si bien un 55% de los españoles está preocupado por su situación económica en la jubilación, esta tendencia no se traslada al grado de conocimiento que los partícipes de los planes de pensiones tienen sobre la estructura de estos productos destinados a esta etapa de la vida. Así se desprende del último ‘Informe Naranja’ sobre la tendencia de los españoles ante la jubilación, que ha publicado ING. Según este informe, solo uno de cada cinco encuestados tiene contratado un plan de pensiones y la mayoría desconoce o no tiene claras sus comisiones, rentabilidad, las ventajas fiscales o los traspasos. A lo largo de las siguientes líneas, se busca aclarar estas dudas para que los ciudadanos sean más conscientes de qué contratan al suscribir un plan de pensiones.

¿Qué contrato con un plan de pensiones?

En realidad, un plan de pensiones es un producto de ahorro a largo plazo, cuyo objetivo principal es complementar la pensión de jubilación percibida por la Seguridad Social. Es un sistema voluntario de previsión cuya finalidad es proporcionar a los partícipes unas prestaciones en forma de capital o renta, en el momento de su jubilación, pero también en situaciones de orfandad, invalidez o fallecimiento. Respecto al momento en que es mejor suscribirlo, lo cierto es que cuanto antes mejor, porque de esta forma se conseguirá una prestación más aceptable que endulce los últimos años de sus demandantes.

¿Son rentables los planes de pensiones?

La rentabilidad de estos productos puede oscilar en porcentajes muy amplios, según los planes elaborados por cada gestora, que pueden ser de renta variable, renta fija a corto, mixto… Aunque pudiese parecer lo contrario, no siempre se mueven en terreno positivo y algunos pueden tener una rentabilidad anualizada negativa. De ahí la importancia de seleccionar un buen modelo para el ahorro, que tenga grandes expectativas para revalorizarse en función de la evolución de los mercados financieros.

En función del perfil del cliente se puede optar por un plan de pensiones agresivo, moderado o conservador

No obstante, los ahorradores más conservadores pueden protegerse de las posibles pérdidas de estos productos a través de los planes garantizados de renta fija que aseguran al partícipe una revalorización mínima y fija de la inversión realizada, desde el día de la aportación hasta el día de vencimiento. En función del perfil del cliente se puede optar por un plan de pensiones agresivo, moderado o conservador.

Comisiones de los planes de pensiones

Por lo que respecta a las comisiones, todos las presentan. Unos las tienen más elevadas que otros, pero esto ocurre también en la mayoría de productos para la inversión (fondos de inversión, Bolsa…). No obstante, a través de una elección acertada, el ahorro por este concepto puede ser muy notable, de hasta un 40% con respecto al máximo legal permitido.

Traspasos sin problemas

En cuanto al traspaso de los planes de pensiones, se pueden realizar sin ningún tipo de penalización o comisiones, al igual que ocurre con los fondos de inversión. De esta forma, se puede pasar de un plan a otro que ofrezca unas mejores expectativas de revalorización. En este sentido, conviene estar atento a las numerosas ofertas de los bancos para traspasar los planes procedentes de otras entidades, que incluyen gratificaciones en efectivo de hasta el 5% sobre la cantidad traspasada.

Ventajas fiscales de los planes de pensiones

Contratar un plan de pensiones no solo ayuda a mejorar la pensión, sino que genera una serie de ventajas fiscales, que dan derecho a una reducción en la base imponible del IRPF. Todas las aportaciones que el partícipe realice durante el año se reducirán en su base imponible, aunque con unos máximos establecidos.

Los menores de 50 años podrán aportar hasta un máximo anual de 10.000 euros, cuya deducción será la menor de estas cantidades: la aportación o el 30% de la suma total de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas que se hayan obtenido en el año. En el caso de los mayores de 50 años, las aportaciones se ampliarán a 12.500 euros, con una deducción que se eleva hasta el 50%.

Empezar a ahorrar cuanto antes

Cuanto antes se empiece a ahorrar, mejor. Más capital se obtendrá para la jubilación, sin depender de la edad de los suscriptores. No hace falta iniciarlo con grandes desembolsos, sino que bastan pequeñas aportaciones mensuales, que se pueden incrementar o suspender cuando se desee.

De esta forma, se dispondrá de mayor capital al llegar a la edad de jubilación, además de beneficiarse cada año de las ventajas fiscales de este producto.

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