El número de quejas y reclamaciones por fraude en el uso de tarjetas de crédito ha aumentado un 60% entre julio y agosto respecto al mismo periodo de 2009, según informó la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae). Los temas más recurrentes de estas reclamaciones son los excesos en el cobro de comisiones de mantenimiento, los fraudes por robo o extravío de la tarjeta, y prácticas delictivas a través de Internet, detalló la asociación.
Adicae explicó que cuando el propietario de una tarjeta bancaria advierte su ausencia debido a un posible robo debe llamar a su entidad financiera para que la anule. Desde entonces «la responsabilidad pasa a ser de su banco o caja». Además, según la nueva Ley de Servicios de Pago la responsabilidad del usuario de una tarjeta de crédito o débito en caso de robo o pérdida queda limitada a 150 euros. Sin embargo, la organización afirmó que tiene constancia de que «determinadas entidades tratan de evitar su responsabilidad e indican a los consumidores que acuden a ellas con estas reclamaciones que han incurrido en negligencias», y les obligan a hacerse cargo del importe del fraude.
La asociación recomienda a los consumidores «reclamar y reclamar por pequeña que sea la pérdida o la sustracción». Según señaló el responsable de Casos Colectivos de Adicae Santiago Pérez, «las entidades han colocado al usuario un medio de pago del que no conocen bien todas las cuestiones técnicas, ni los pasos a seguir cuando algo va mal. Desde Adicae damos toda esta información, aunque normalmente, nos toca intervenir cuando el daño ya se ha producido y hay que reclamar».
Entre otros consejos, la organización recordó que hay que tener mucho cuidado en la custodia del PIN de las tarjetas de crédito y no introducir claves fácilmente reconocibles por terceras personas. En el caso de los fraudes por Internet, nunca se deben ofrecer datos bancarios a través de la red y no hay que realizar transacciones si la plataforma no es segura.
