Los precios sin impuestos de las gasolinas han subido en 2005 un 50% y los del gasóleo un 33%

Todo indica que van a seguir al alza en las próximas semanas porque aún no se ha trasladado la última subida del crudo
Por EROSKI Consumer 20 de agosto de 2005

Los precios de los combustibles en España siguen la tendencia alcista debido al imparable encarecimiento del petróleo en los mercados internacionales. El litro de gasolina sin plomo de 95 octanos que en enero costaba una media de 84,5 céntimos de euro, ha pasado a 1,035 euros, que costaba ayer mismo, lo que representa una subida del 22,5%.

Por lo que se refiere al gasóleo, la subida percibida por los consumidores es algo menor, ya que de 80,8 céntimos por litro que pagaban como media en enero, han pasado a pagar ayer 95,1 céntimos, lo que supone un aumento del 17,7% en lo que va de año.

Todo indica que los carburantes van a seguir al alza en las próximas semanas porque aún no se ha trasladado el último aumento de los precios del crudo. No obstante, analizando la situación, el incremento de los precios de las gasolinas no debe ser mucho más significativo. Esto es así porque el precio sin impuestos -que refleja exactamente el coste de cada litro de combustible y debe incluir el beneficio de su distribución- no ha evolucionado igual que el de venta al público.

Así, el precio sin impuestos de la gasolina sin plomo de 95 octanos era de 32,6 céntimos por litro como media en enero, mientras que ayer era de 48,98 euros. Es decir, sin impuestos, la gasolina es un 50,3% más cara hoy que a comienzos de año, muy en la línea del aumento del 60% en el precio del crudo.

La cuenta para el gasóleo refleja que en enero costaba antes de impuestos 39,7 céntimos por litro, mientras que ayer su precio era de 42,08 céntimos, lo que supone una subida del 33,5%. El menor aumento de este combustible es consecuencia del descenso de la demanda durante el verano y porque el gasóleo con especificaciones para su venta en la UE subió mucho durante el invierno, por lo que su punto de partida era más alto.

En cambio, los problemas con las refinerías estadounidenses han hecho que los precios de las gasolinas en los mercados internacionales se hayan situado en la línea de los del petróleo porque, de hecho, han sido un factor clave en la elevación del precio del crudo en los últimos tiempos.

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