Tuberías a la vista

Los materiales actuales ofrecen un mejor acabado, se amoldan a la decoración y son seguros
Por EROSKI Consumer 14 de abril de 2007

ImgImagen: Jef Poskanzer

Dejar a la vista las tuberías de la calefacción, las cañerías del agua o los cables ha dejado de ser un problema estético. Los conductos en el exterior forman parte de la decoración, otorgan un aire industrial y moderno a los recintos a la par que facilitan en gran medida las reparaciones de cualquier instalación.

No es raro encontrar a la vista tuberías de la calefacción o del agua en algunas viviendas antiguas. Lo mismo sucede con los cables eléctricos. Colocar tubos y cordones en el exterior de las paredes era una manera de preservar los edificios de potenciales fugas o deterioros, ya que, de este modo, la detección y reparación de esas averías se convierte en una tarea mucho más fácil.

‘Vainas’, perfiles, cajetines, regletas… Hay numerosas maneras de ocultar las tuberías vistas y el cableado eléctrico que queda al descubierto. Todos estos elementos son fáciles de cortar, amoldar e instalar. Por otro lado, los tendidos se han simplificado. Ahora los radiadores se conectan a la fuente de calor con un solo tramo de cañería, libre de uniones, y los materiales tienen un mejor acabado, son mucho más flexibles y seguros.

Así, en la actualidad, hacer que cañerías, cables y tuberías, incluso del aire acondicionado, formen parte de la decoración empieza a ser muy habitual.

En la actualidad, hacer que cañerías, cables y tuberías, incluso del aire acondicionado, formen parte de la decoración de un hogar empieza a ser muy habitual
Aparte de que las futuras reparaciones serán menos costosas, esta opción confiere a las estancias un pretendido aire industrial.

Ya el controvertido Centro Pompidou, construido en París entre 1972 y 1977 y que alberga el Museo Nacional de Arte Moderno, optó por dejar sus cañerías a la vista. Este edificio vanguardista decidió romper la armonía de la parte antigua de la ciudad con sus tirantes de acero y sus tuberías pintadas de llamativos colores. Hoy numerosos restaurantes, oficinas y viviendas se suman a esa tendencia decorativa.

Menos obra

Otra tendencia muy arraigada para guardar la estética de la vivienda es empotrar las conducciones. En caso de grandes reformas u obra nueva habrá que dejar una canalización para que pase por paredes y suelos.

Si no se quiere hacer tanta obra es preferible dejar los tubos por la pared. En las cañerías a la vista y cañerías no embutidas no se deben utilizar cajas de embutir. La disposición horizontal resulta más fácil de disimular, sin embargo hasta pueden hacerse «dibujos» con las tuberías por las paredes. Utilizando los productos adecuados y algo de imaginación, las tuberías de la calefacción pueden utilizarse como un confortable toallero. No obstante, conviene aclarar que dejar las instalaciones a la vista no significa desproteger los conductos. Las cañerías deberán estar separadas a una distancia mínima de la pared y todas las juntas y soportes estarán protegidos adecuadamente contra la corrosión.

Las cañerías deberán estar separadas a una distancia mínima de la pared y todas las juntas y soportes estarán protegidos adecuadamente contra la corrosión

Además, hay que recordar que se halla en vigor una reglamentación que obliga a guardar unas distancias y a utilizar aislantes para las infraestructuras eléctricas y sanitarias, tanto residenciales como comerciales e industriales. Así, rigen unas condiciones especiales de seguridad para cuartos de baño, por ejemplo. Por poner un caso, en los cielorrasos, ya sean normales o de placas desmontables, las cañerías no pueden ser flexibles, y aunque sean de termoplástico, normalmente polietileno, éste debe de ser rígido. Los materiales homologados cumplen a la perfección la normativa vigente hoy en día, y los instaladores profesionales conocen la legislación y se atienen a ella.

Además de facilitar reparaciones, es mucho más cómodo efectuar cualquier modificación o colocar conducciones nuevas, por ejemplo de fontanería, manteniendo las tuberías a la vista, puesto que no hay necesidad de levantar pavimentos y revestimientos. Por otro lado, si se desea, esta instalación puede disimularse, ocultarse o integrarse de una manera sencilla. Tal vez sea suficiente con colocar delante plantas verdes de follaje abundante, a ser posible plantas de desarrollo vertical para las áreas de tuberías con recorrido longitudinal. También pueden escogerse tubos del mismo color que las paredes para que pasen inadvertidos o pintarlos después con pintura especial.

Cuando el recorrido de tuberías y cables está próximo al suelo estos pueden ocultarse en gran medida con armarios y otros muebles. Si son verticales, la solución pasa por parapetar muebles altos. Otro truco útil es colocar cortinas que tapen los conductos. A la par, cabe la posibilidad de disponer de rieles especiales que, a la vez que esconden los tubos, sirven de carril para la cortina.

Un toque colorista y atrevido

Ahora bien, si de lo que se trata es de otorgar al ambiente un toque moderno, colorista y atrevido, lo ideal es pintar las cañerías en un color que contraste, precisamente para que destaquen. Las cañerías a la vista irán pintadas con dos manos de pintura reglamentaria. Una pintura anticondensación es la mejor opción para aislar paredes y tuberías, y resguardar las paredes de la humedad.

Tampoco las tuberías podrán estar en el aire. Tendrán que quedar amarradas por tramos con grapas atornilladas. Los cables instalados en el exterior deberán ser construidos mediante materiales con protección para evitar contactos eléctricos accidentales. En las líneas de televisión y cable las canalizaciones deberán ajustarse a ciertas especificaciones, y ser independientes del sistema eléctrico, al igual que las líneas de alarmas.

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