El Ministerio de Educación quiere facilitar la obtención de un título académico a las amas de casa que en su día no pudieron completar sus estudios. Por eso permitirá que acrediten su experiencia en el cuidado de niños, ancianos o personas con discapacidad para obtener un título de Formación Profesional (FP). Según sus cálculos, hasta 35.000 mujeres, amas de casa mayores de 25 años sin experiencia laboral, podrían beneficiarse de esta posibilidad.
El Real Decreto de Acreditación, que será aprobado el mes que viene, permitirá traducir la experiencia laboral, formación extra académica o la experiencia en el cuidado de niños o personas dependientes en convalidaciones para la titulación en FP de grado medio. Será mediante una prueba de evaluación y cursos específicos. Los primeros títulos al alcance de quienes retornen al sistema educativo -que podrían ser unos dos millones de personas en total, según el Ministerio- serán los relacionados con la Ley de Dependencia, la educación infantil y las energías renovables.
Ese decreto incluirá tres vías. La primera reconoce la experiencia de los menores de 20 años; la segunda compensa en créditos las enseñanzas no oficiales y la tercera, la ya mencionada que convalida la experiencia en el hogar.
Cabrera sitúa sus mayores expectativas de éxito de esta medida en el campo de la dependencia
La ministra Mercedes Cabrera sitúa sus mayores expectativas de éxito de esta medida en el campo de la dependencia, en el que podrían hallar un camino de vuelta a la formación hasta 35.000 mujeres. En su mayoría amas de casa de más de 25 años que, sin posibilidad de demostrar experiencia laboral ni cursos, «puedan acreditar lo que han aprendido en la vida, organizando la vida doméstica, aprovisionando la casa, cocinando y cuidando de personas dependientes o de su hijos», e incorporarse así al Sistema de Autonomía y Atención de las Dependencias (SAAD) en calidad de cuidadoras.
Estas mujeres y los jóvenes que decidan volver al sistema educativo contarán con un asesoramiento que les permita conocer qué pueden conseguir con su evaluación, la acreditación de sus conocimientos y su reconocimiento.
En Cataluña se ha puesto en marcha un programa pionero que prevé la integración de las tres modalidades de FP (la inicial, la dirigida a los desempleados y la de los trabajadores que quieren continuar su formación).
Esta integración permitirá a cualquier persona que esté en el paro y haya seguido un curso de formación ocupacional o continua completar sus estudios y tener un título oficial. Ello contribuirá a “mejorar la actual FP y elevar la competitividad de las empresas catalanas”, indicaron los consejeros de Trabajo y de Educación, Mar Serna y Ernest Maragall, respectivamente.
La Generalitat estima que unas 4.500 personas podrán beneficiarse este año de esta iniciativa, en el marco de la nueva red FP.CAT, que consiste en hacer compatibles los planes de estudios de las tres citadas modalidades. De esta manera, podrán compartir aula estudiantes y personas desocupadas.
El plan, que cuenta con un presupuesto inicial de cinco millones de euros, prevé que haya 12 proyectos en esta primera fase, y alcanzar los 15 en 2010. Entre los campos profesionales que abarcan figuran automoción, electrónica, audiovisual, informática, turismo, sanidad, administración, logística, energías renovables, salud alimentaria y química industrial. El primer centro de excelencia de la red es el IES Bonanova de Barcelona, especializado en el sector sociosanitario.