Las últimas investigaciones en el campo de la Paleoantropología revelan que el origen del género Homo podría estar en Asia, tal y como recoge una de las principales conclusiones extraídas de la tesis doctoral sobre la evolución del aparato dental en homínidos de María Martinón-Torres, miembro de la Cátedra Atapuerca y del equipo investigador en dicho yacimiento. Tradicionalmente, África se ha considerado la cuna no sólo de nuestra propia especie sino también de nuestro género.
El género Homo, al que pertenecemos los humanos actuales, se caracteriza, a grandes rasgos, por una locomoción bípeda, la capacidad de desarrollar tecnología y un incremento del tamaño cerebral respecto a especies anteriores, como las del género Australopithecus. Sin embargo, la evidencia fósil señala a Asia como primer escenario en el que encontramos una población claramente atribuible al género Homo. Se trata de la especie Homo georgicus, hallada en el yacimiento de Dmanisi (República de Georgia) con 1,8 millones de años de antigüedad. De hecho, la comunidad científica considera actualmente la posible atribución de la especie africana, Homo habilis, al género Australopithecus.
Este estudio es el primer fruto de la Cátedra Atapuerca, iniciativa conjunta de la Fundación Duques de Soria y la Fundación Atapuerca. Además, esta tesis se ha desarrollado bajo el Tratado de Cooperación Científica entre España y la República de Georgia, con el apoyo de la Fundación Duques de Soria y del Museo Nacional de Georgia.