Investigadores de Oxford descubren las telas de araña más antiguas, con 140 millones de años

Los restos aparecieron en unos depósitos de ámbar en la costa del sur de Inglaterra
Por EROSKI Consumer 2 de noviembre de 2009

Un equipo de científicos de la Universidad de Oxford ha descubierto en la costa de Sussex, en el sur de Inglaterra, unas telas de araña con 140 millones de años, las más antiguas conocidas hasta el momento. Los restos, fabricadas por insectos que compartieron su hábitat con los dinosaurios, aparecieron conservados dentro de unos depósitos de ámbar.

El ámbar fue encontrado por unos cazadores de fósiles aficionados que buscaban restos de dinosaurios en la zona de Sussex, muy rica en yacimientos paleontológicos. Las piezas cayeron en manos del profesor Martin Brasier, de la Universidad de Oxford, quien se llevó una gran sorpresa al analizarlas. «Este ámbar es muy raro, viene del comienzo del Cretácico, lo que lo convierte en uno de los más antiguos», señaló el investigador.

El paleontólogo indicó que las arañas que dejaron esas telas son familiares directas de las que habitan ahora en cualquier jardín. «Se distinguen por dejar pocas gotas de adhesivo a lo largo de los hilos de la tela para atrapar a su presas», explicó. «Tenemos estas gotitas preservadas dentro del ámbar y las telas parecen las más antiguas que nunca hayamos incorporado al registro fósil», agregó.

Al parecer, las telas quedaron atrapadas en la resina emitida por los árboles, posiblemente, como respuesta al daño provocado por algún incendio. El ámbar se desplazó hasta un gran lago y salió a la luz debido a la elevación del terreno y la erosión de millones de años. Sólo una pequeña proporción de los depósitos se ha examinado hasta el momento, por lo que Brasier y sus colegas creen que aún pueden encontrarse hallazgos muy interesantes, sobre todo gracias a las nuevas técnicas de imagen que se utilizan en el campo de la paleontología. «Aparecerán cosas aún más emocionantes en un futuro próximo», aventuró el investigador.

El paleontólogo, que ha publicado su investigación en el «Journal of the Geological Society», comprobó que el ámbar guardaba no sólo hilos de telas de arañas, sino también materia vegetal, excrementos de insectos y microbios antiguos que quedaron atrapados durante el Cretácico inferior, un momento en el que el mundo era un lugar mucho más cálido y dinosaurios como el Iguanodon y el Allosaurus poblaban Europa. Los científicos también detectaron en el ámbar evidencias de actinobacterias, un pequeño grupo de organismos que descomponen la madera y resinas en partículas del suelo.

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