La Consejería de Educación de Castilla y León ha elaborado el primer Plan de Prevención y Control del Absentismo Escolar, con una vigencia inicial de tres años, al objeto de reducir en lo máximo posible el número de alumnos que no acuden a clase de manera continua o intermitente. De hecho, se considera alumnado con absentismo desde aquel que tiene ausencias puntuales no justificadas hasta el que llega a no matricularse o abandona prematuramente los estudios obligatorios.
Al objeto de realizar un chequeo más completo sobre esta cuestión, la Consejería de Educación contará con una base de datos donde se incluirá a los alumnos absentistas con sus datos educativos y socio-familiares, los informes que realicen al respecto el centro escolar y las comisiones provinciales de absentismo escolar, los certificados de asistencia y las notificaciones remitidas a las familias.
Las direcciones provinciales de Educación tendrán como principales competencias, una vez detectadas las irregulares escolarizaciones, enviar a las familias los avisos sobre la situación de sus hijos y citarlas en caso necesario, emitir certificados de escolarización, recibir los informes de la Policía Municipal, proponer cambios de escolarización, así como remitir informes la Fiscalía de Menores en los casos más graves.
Tutoría específica
Entre las medidas más novedosas se encuentra la emisión de certificados de asistencia escolar. Tal como indica el director general de Formación Profesional e Innovación Educativa, Marino Arranz, «sólo en casos extremos, de falta total de colaboración y cuando se certifique que no se perjudica a terceros, como pueden ser hermanos», la Comisión de Absentismo Escolar «acordará remitir el certificado de escolarización a las entidades que conceden prestaciones escolares o sociales a familias para su consideración», tal como figura en la orden que contiene el plan.
Por el contrario, si la irregular escolarización se corrigiese, se remitiría a la familia una carta de felicitación al objeto de que avale ante las mismas entidades la colaboración.
Antes de llegar a estas medidas, el Plan de Prevención y Control del Absentismo Escolar propone una serie de medidas preventivas desde las primeras etapas educativas, incluida la Infantil, que no es obligatoria. Para ello, los centros escolares contarán con planes de acogida para aquellos alumnos en situación de riesgo en cuanto a su integración, constitución de aulas para la adaptación lingüística y social para los nuevos alumnos que no dominen el castellano, adaptarán los historiales personales a estas situaciones y crearán una tutoría específica.
La detección de los casos le corresponderá al centro escolar, desde el mismo tutor hasta a la dirección. Para facilitar esta tarea se utilizará un sistema automatizado para el control de la asistencia que permitirá un conocimiento inmediato de la situación del alumno por parte de los distintos responsables de su educación, incluyendo a la familia, que a través del portal Infoeduc@ tiene un acceso directo a esta información.
Una vez detectada la incidencia, se contactará desde el centro escolar con la familia para conocer las causas del absentismo, y si esta medida no causase efecto reparador, un trabajador social, profesorado especializado o técnicos acudirán al domicilio familiar. Si hubiese dificultades, se estudiaría la posibilidad de contar con personas afines a la familia.
En último caso, si no diesen resultados las anteriores medidas y en caso de que las familias tuviesen expedientes en la Gerencia Territorial de Servicios Sociales que afectase a la protección del menor, ésta tomaría las medidas contempladas en la normativa vigente.
