Un batiscafo ruso alcanza por primera vez el fondo marino del Polo Norte

La expedición, además de fines científicos, pretende demostrar que parte de esta región pertenece a Rusia
Por EROSKI Consumer 2 de agosto de 2007

En lo que constituye una inmersión sin precedentes hasta el momento, el batiscafo ruso Mir-1, con tres ocupantes a bordo, se posó en el fondo marino del Océano Glacial Ártico, debajo del Polo Norte, a 4.261 metros, tras casi tres horas de inmersión en el punto de coordenadas 90 grados latitud norte. Con hora y media de retraso debido a una revisión adicional de los sistemas de navegación de los sumergibles, el descenso comenzó a las 09:30 horas de Moscú. El batiscafo está al mando del piloto Anatoli Sagalévich y en él viajan también Artur Chilingárov, vicepresidente de la Duma o Cámara Baja del Parlamento ruso y reconocido especialista en expediciones árticas antárticas, y el diputado Vladlímir Gruzdiev. «Nos posamos suavemente. El suelo es de color amarillento y no se ven habitantes de las profundidades marinas», afirnó Chilingárov.

Esta expedición al fondo del mar en la latitud 90 norte, además de realizar investigaciones científicas, buscará pruebas geológicas para demostrar que el lecho marino de una vasta zona del Polo Norte pertenece a Rusia. Los científicos pretenden demostrar así que la cordillera submarina Lomonósov, que se eleva 3.700 metros desde el fondo oceánico y va más allá del Polo Norte, es continuación de la plataforma continental de Siberia. La zona sobre la que reclama derechos tiene una superficie de 1,2 millones de kilómetros cuadrados, en los que se cree que se encuentra una cuarta parte de las reservas de hidrocarburos de todo el mundo.

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