Affenpinscher: todo lo que debes saber sobre esta raza

Si por algo destaca el affenpinscher es por su graciosa y distintiva apariencia.

Pese a su apariencia de perro «de juguete«, es más fuerte de lo que a primera vista parece, con un cuerpo compacto, sólido y bien proporcionado.

Los affenpinschers suelen tener una altura que oscila entre los 25 y los 30 cm a la cruz, y un peso de 4 a 6 kg.

Sus ojos son oscuros y redondos, de expresión inteligente y atenta. Las orejas son de inserción alta, pequeñas y erectas en algunos ejemplares y con forma de V en otros, y caen hacia delante. La cola es de implantación alta y de longitud media, y suele curvarse en forma de hoz.

Esta raza tiene una esperanza de vida larga de 12 a 15 años.

El pelaje es áspero, duro y denso, desgreñado. Su cabeza cubierta de pelo es la que le da el aspecto de simio. Se caracteriza por tener unas cejas muy tupidas, que enmarcan los ojos y se levantan en una especie de tupé, como si fuera una corona, y un bigote y una barba largos.

El color más común es el negro puro, pero también hay pelajes en tonos grises, rojos y mezclas de estos tonos.

Es una raza antigua, con antepasados que dejaron rastro en la Alemania  de finales del siglo XV y principios del siglo XVI, momento en el que aparecieron representados en algunas obras del gran pintor y grabador Durero.

Su origen no está claro. Se cree que la raza surgió a partir de perros pinscher de pelo duro y terriers alemanes, y que, a su vez, los affenpinscher fueron el germen de otras razas que se desarrollaron después, como el grifón de Bruselas, con el que guarda bastante parecido.

Su función inicial en la década de 1600, siempre estuvo vinculada a la caza de roedores en establos, demostrando ser muy eficiente en esta tarea. Con el paso de los años, está labor se trasladó a las cocinas y graneros de las casas, donde también acabó siendo un perro de compañía para sus dueños.

Los primeros affenpinscher se registraron en el siglo XIX, periodo en el que evolucionaron completamente de su papel como cazadores de ratones para convertirse en apreciados compañeros en la Europa de la época.

A finales del siglo XIX se fundaron clubs de la raza en Alemania y Francia. El American Kennel Club (AKC) la reconoció oficialmente en 1936 y la Federación Cinológica Internacional (FCI) en 1955.

El affenpinscher tiene una personalidad intensa y audaz que desafía su estatura.

La raza destaca por su garra y su carácter valiente. Son perros muy inteligentes y curiosos, y están llenos de vitalidad.

El affenpinscher es afectuoso y muy fiel a sus dueños. También tiene un lado independiente pero, en realidad, suele estar muy unido a ellos y los necesita cerca para ser feliz.

Le gusta estar en el centro de todo. Es jovial, inquieto, muy juguetón y activo, y todos estos rasgos de su personalidad hacen de él un perro tremendamente divertido.

La imagen que proyecta es de confianza y seguridad en sí mismo. Es una pequeña fiera cuando se trata de defender a sus seres queridos, sin importarle quien tenga enfrente. No suele mostrarse agresivo, pero es obstinado y algo dominante.

De inicio, los affenpinscher son desconfiados con los extraños, una forma de ser que le surge de manera natural por su talante vigilante y alerta, similar al de los terriers. Para evitar conductas inapropiadas y hacer que se acostumbre a tratar con otras personas y otros animales, son vitales la educación y la socialización desde cachorro. Debe aprender pronto a obedecer y a comportarse. El adiestramiento debe ser en positivo, basado en premios o recompensas, porque, por su temperamento terco, no llevará nada bien los castigos.

El affenpinscher es una buena mascota para los niños, pero resulta más adecuada para los mayores.

Por su tamaño tan pequeño es fácil hacerle daño si se le trata con brusquedad o poco cuidado. Es un perro bastante sensible y los niños deben entender que no es un juguete con el que comportarse de cualquier manera.

Si en la familia hay niños pequeños, es recomendable supervisar los momentos que pasen juntos para evitar situaciones en los que pueda salir mal parado.

Con otros perros suele relacionarse amistosamente y disfrutará compartiendo momentos de juego. Sin embargo, su instinto de cazador puede complicar la convivencia con otras mascotas en casa si las ve como presas y se dedica a perseguirlas. Para evitar conductas indeseables debe estar correctamente socializado desde cachorro.

La higiene y los cuidados del affenpinscher deben ser regulares para garantizar su bienestar.

Mantener su rebelde pelaje, áspero y abundante, lo más presentable y bonito posible no es complicado, pero requiere un esfuerzo mayor con el cepillado.

El Affenpinscher Club of America (ACA) aconseja hacerlo con un cepillo de cerdas suaves y por capas. Comenzando por el pecho hasta debajo de la barbilla y el cuello, continuando con la barriga y detrás de cada pata. Después, hay que centrarse en la cara. Tanto las mejillas, como los bigotes y la barba, deben cepillarse hacia la boca, y, el tupé de su cabeza, hacia delante, hacia la nariz.

Para eliminar el pelo muerto y la suciedad que se puede acumular en el manto, se recomienda cepillarle unas dos veces a la semana. En época de muda se le cae bastante el pelo, y es probable que haya que aumentar el número de cepillados.

El baño del affenpinscher no debe hacerse con demasiada frecuencia, porque puede eliminar los aceites naturales de su piel y perjudicar su pelaje. Generalmente es suficiente con uno al mes.

Es importante seleccionar un champú suave y específico para perros, que le proteja de posibles irritaciones en la piel. Además, para prevenir problemas dermatológicos por una posible acumulación de humedad, es necesario secarlo completamente después de bañarlo.

La acumulación de cera o suciedad puede ser un problema para los oídos, por eso las orejas deben revisarse y limpiarse habitualmente.

Los ojos del affenpinscher son bastante delicados, y más propensos a sufrir infecciones o irritaciones por la cantidad de pelo que los rodea. Se recomienda la limpieza regular usando un suero fisiológico y algodón.

Las uñas deben mantenerse siempre cortas para que no le generen molestias o daño al caminar.

Hay que prestar una atención especial al cuidado dental. La raza tiene la mandíbula pequeña y es más fácil que se produzca una acumulación de placa bacteriana y la formación de sarro. Si esto ocurre, con el tiempo pueden aparecer problemas dentales como la enfermedad de las encías. Los dientes deben cepillarse varias veces por semana para evitarlo.

El pelaje desordenado y espeso del affenpinscher corre el riesgo de infestarse de parásitos durante sus paseos. La revisión de todo su cuerpo para detectar pulgas y garrapatas es fundamental. Existen productos y collares antiparasitarios para mantenerle protegido, sobre los que el veterinario puede informar.

Todo lo que tiene de diminuto lo tiene de enérgico. No requiere un nivel elevado de ejercicio, pero necesita mantenerse activo para sentirse feliz.

Los affenpinscher deben dar varios paseos al día para desfogarse e interactuar con otros perros y otras personas ajenas a su familia.

Estando en el exterior, también pueden entretenerse jugando con pelotas y juguetes, o incluso se les puede montar algún reducido circuito de agility con obstáculos.

Al ser perros pequeños, se adaptan perfectamente a la práctica de actividades en casa. Bien elegidas, pueden cubrir una gran parte de su ejercicio diario y estimularles a nivel mental.

Es una raza que adora jugar y, entre las opciones, se puede optar por juegos de búsqueda de una golosina u objeto escondido, juegos de lanzar y capturar, juegos interactivos que deba resolver, o proporcionarle sesiones cortas de entrenamiento de obediencia para que aprenda comandos y trucos.

La dieta del affenpinscher debe ser equilibrada y de calidad, adaptada a las características y necesidades de la raza, atendiendo también a su pequeño tamaño, la etapa de vida de cada ejemplar y su nivel de actividad.

Los affenpinscher pueden ganar peso con facilidad y eso hace necesario controlar la ingesta de calorías. Se puede optar por elegir un pienso comercial o comida natural (dieta BARF o recetas caseras). Un veterinario o nutricionista canino es el que debe determinar qué es lo más adecuado para cada perro, y supervisar en todo momento su alimentación.

Al ser una raza mini, con un estómago más pequeño, suelen padecer problemas digestivos. Para prevenirlos es recomendable darles dos comidas al día, adecuando las cantidades al nivel de ejercicio realizado. Esto, además, ayudará a mantener estables sus niveles de energía. Pero, como ocurre con la elección del tipo de comida, es un profesional el que tiene que dar las indicaciones correctas que velen por su salud.

Es un perro fuerte, pero su pequeño tamaño y el ser tan activo, a menudo, puede provocarle complicaciones en sus articulaciones.

• Luxación de la rótula: condición en la que la rótula se desplaza fuera de su posición normal. Puede causar cojera intermitente y molestias en las patas traseras.
• Enfermedad de Legg-Calvé-Perthes: común en perros de razas pequeñas de menos de un año de edad. Se produce cuando la cabeza del fémur no recibe el suficiente riego sanguíneo y comienza a necrosarse el hueso. Provoca dolor en la cadera, cojera y sensibilidad al tacto.
• Displasia de cadera: es una anomalía en la formación de la articulación que genera cojera, dolor y algunos problemas de movilidad. Aunque es una enfermedad habitual de razas grandes, el affenpinscher también la sufre. Además, son propensos a padecer problemas oculares como cataratas o distiquiasis, que es el crecimiento anormal de pelo en los bordes de los parpados y puede irritar los ojos.

Cuando surgió la raza hubo falsos mitos que atribuían el parecido del affenpinscher con un mono a que provenía de un cruce entre un perro y un primate.

Su apariencia de simio no sólo hay que atribuírsela a su cara y a su expresión facial. También recuerda el uso habitual que hace de las patas delanteras para atrapar, si no pueden ser ratones, pelotas y juguetes.

Un affenpinscher, de nombre “Banana Joe” o “Joey”, ganó en 2013 el primer premio «Best in Show« en una de las exposiciones caninas más famosas a nivel internacional, el Westminster Kennel Club Dog Show de EE.UU. Siendo el primero de su raza en obtener este galardón.

Por sus dimensiones es una raza ideal para tener en un piso reducido, porque no necesita mucho espacio para sentirse feliz.

El affenpinscher tolera la soledad. Sin embargo, es importante que no se aburra porque, por su carácter nervioso, puede llegar a comportarse mal y generar algún desperfecto en casa. Para evitar malas conductas mientras está solo, debe estar bien educado, tener satisfechas sus necesidades de ejercicio y contar con juguetes o estímulos que lo mantengan entretenido.

Este pequeño pícaro tiene un encanto irresistible por su gracia, su agudeza y su simpatía. Si se le dan las atenciones que precisa, será un compañero canino leal y cariñoso, perfecto para cualquier persona o tipo de familia.