Beagle: todo lo que debes saber sobre esta raza

La raza tiene unas características particulares que permiten reconocerlo con facilidad.

Los beagle son una raza de tamaño pequeño a mediano. Tienen un cuerpo compacto y musculoso con patas cortas y firmes.

Por lo general pesan de 8 a 14 kg y tienen una altura a la cruz (desde el suelo hasta la parte más alta de los omoplatos) de 33 a 40 cm, aproximadamente. A pesar de su tamaño son perros fuertes y ágiles.

Tienen una cabeza de tamaño medio, potente, y unos ojos de color marrón oscuro o avellana bastante grandes y de expresión amable y curiosa.

Sus orejas son largas y cuelgan cerca de sus mejillas. La cola del beagle es recta, fuerte y larga,  y generalmente la lleva en alto. A menudo tiene la punta blanca, lo que es un rasgo distintivo de la raza. La esperanza de vida es de 12 a 15 años.

El pelaje del beagle es corto, denso y resistente a la intemperie, tanto al frío como a la lluvia. Los colores más comunes incluyen:

• Tricolor: blanco con manchas negras y marrones o fuego.
• Bicolor: blanco con manchas negras o marrones o fuego.
• Limón y blanco: blanco con manchas de color limón (tono de amarillo claro).

Los beagle tienen sus orígenes en Inglaterra, donde se desarrollaron como perros de caza. Se cree que descienden de otros perros más antiguos utilizados para cazar en Gran Bretaña durante la Edad Media.

El origen del término «beagle« también es incierto. Por un lado, se considera que proviene de una palabra francesa que significa «boca abierta», tal vez por el sonido que hacen al aullar y ladrar. Pero, por otro lado, hay expertos que aseguran que deriva de una palabra gaélica que significa “pequeño”.

Los primeros beagle, antepasados del beagle moderno, datan del siglo XVI. Existían dos tamaños, los más grandes se usaban en la caza de ciervos y los más pequeños para la caza de liebres. Durante los reinados de Enrique VIII e Isabel I existieron algunos tan pequeños que se les llamaban “beagle de bolsillo” porque, al parecer, cabían en los bolsillos de los chalecos de caza.

Desde el siglo XVIII se criaron a partir de cruces selectivos para desarrollar rasgos comunes a los actuales, como su tamaño pequeño, su resistencia y su capacidad para rastrear a presas como los conejos y las liebres. Fue durante el siglo XIX cuando la raza se consolidó y se establecieron estándares más definidos con relación a su apariencia y  su comportamiento.

Los beagle fueron llevados a Norteamérica también en el siglo XIX. Allí, en las zonas boscosas, continuaron siendo criados como perros de caza de conejos, rol que siguen cumpliendo en la actualidad.

Los beagle tienen su propio carácter y determinadas aptitudes que les hacen destacar desarrollando algunas funciones. También suelen mantener buenas relaciones con las personas y otros animales.

El beagle es inteligente y de naturaleza curiosa. Tiene un carácter dócil, alegre y sociable. Le gusta que se le preste atención y no lleva bien la soledad. Aburrido y sin compañía en un espacio cerrado, puede estresarse y tener un comportamiento destructor y ruidoso.

Rebosa energía y necesita un nivel de actividad elevado, sobre todo cuando es cachorro. Aunque de adulto puede tener un temperamento algo más calmado, mantendrá su espíritu juguetón.

Es leal, amable y está dispuesto a complacer a sus dueños, pero, en ocasiones, puede ser un poco terco. Aunque su obstinación puede controlarse bien porque son fáciles de entrenar cuando se utiliza un enfoque positivo y recompensas.

Los beagle son una raza que suele ladrar y aullar. Algo heredado, probablemente, de su pasado como perros de caza, en el que ladraban para alertar a los cazadores de la presencia de alguna presa.

El agudo olfato y la alta capacidad de rastreo de los Beagle hace de ellos excelentes cazadores. Una fortaleza de la raza por la que también se les suele utilizar para detectar sustancias ilegales, en búsquedas y en rescates.

Por su buen temperamento y sus ganas de relacionarse son valorados como perros de terapia y asistencia.

La energía que caracteriza a los beagle y su necesidad de correr, jugar y explorar también los hace adecuados para deportes caninos como el agility.

Los beagles son buenos, tolerantes y muy cariñosos con los más pequeños, y disfrutarán mucho jugando con ellos. Sin embargo, como con cualquier raza, es importante enseñar a los niños a interactuar adecuadamente con el perro y supervisarles cuando lo hagan.

Su alegría y sus ganas de jugar le llevarán a querer relacionarse con otros perros. Acostumbrarlo desde cachorro a otros de su especie facilitará que socialice sin ningún problema cuando sea adulto.

Con otras mascotas como los gatos, puede aparecer su instinto cazador y verles como presas a perseguir pero, si se le educa de manera temprana, tampoco tiene que haber complicaciones.

El beagle es una raza de perro relativamente fácil de cuidar en términos de aseo e higiene general, pero requiere una atención regular para mantener su salud.

El beagle tiene un pelaje corto y espeso que suele caerse de manera moderada pero continua. Un cepillado semanal eliminará el pelo muerto y mantendrá su pelaje en buen estado.

No necesita bañarse con frecuencia, a menos que se haya ensuciado mucho o que desprenda un olor desagradable.

Debido a las orejas caídas del beagle, es muy fácil que se acumule suciedad en ellas. Para evitarlo, es importante revisar y limpiar sus oídos a menudo. Se puede usar una solución de limpieza específica para perros y una gasa o algodón suave, evitando introducir objetos puntiagudos en el canal auditivo.

Los ojos deben permanecer limpios para prevenir irritaciones. Los dientes deben limpiarse varias veces a la semana, y las uñas cortarse cada vez que le crezcan para evitar que se le claven o le produzcan molestias al caminar.

Los beagle adoran salir a pasear y explorar su entorno. Las caminatas diarias son esenciales para satisfacer su necesidad de ejercicio y darle la posibilidad de olfatear nuevos olores. En los paseos es aconsejable llevarlos con correa, ya que su instinto de caza puede hacer que se escapen tras algún rastro que consideren interesante.

Son rápidos y ágiles. Ir a un espacio seguro, como los parques para perros, donde puedan correr o jugar, les gustará mucho.

El beagle tiene un fuerte sentido del olfato y también disfrutará los juegos de búsqueda y de caza simulada. Esconder juguetes o golosinas y pedirles que los encuentren estimulará su mente y sus habilidades naturales.

Los juguetes o puzzles interactivos que los desafía a resolver rompecabezas o les dispensan golosinas, son excelentes para mantenerlos ocupados y entretenidos.

Las actividades de agilidad que incluyan saltos, túneles y obstáculos en los que puedan ponerse a prueba, les permitirán liberar energía.

El entrenamiento de obediencia es otra manera de proporcionarles estimulación mental. También es positivo para establecer una comunicación efectiva con ellos. Son perros inteligentes y con un buen adiestramiento aprenderán nuevos comandos y a comportarse en diversas situaciones. Aunque el dueño tendrá que ser paciente porque puede costarle más tiempo que a otras razas.

Los beagles son perros glotones con inclinación a ganar peso. Para que no engorden, es necesario  proporcionarles una dieta equilibrada (proteínas de origen animal, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales),  y no darles demasiadas golosinas o alimentos ricos en grasa. La comida con fibra puede ayudar a mantenerlos llenos y satisfechos.

Siempre es recomendable consultar con un veterinario para obtener recomendaciones específicas, en función de su edad y actividad física, y controlar su ingesta de alimentos.

Los beagles suelen tener buena salud. Con los cuidados adecuados y sin que surjan complicaciones, su esperanza de vida es larga. Sin embargo, no están libres de sufrir algunas enfermedades o complicaciones típicas de la raza.

Son perros propensos a la epilepsia (que puede ser controlada con medicación), displasia de cadera e hipotiroidismo. Su tendencia a sufrir sobrepeso también puede ocasionarle problemas de corazón y articulaciones. Sus orejas largas, en las que es más fácil que se acumule la suciedad y la humedad, a menudo les provocan otitis.

Las revisiones periódicas en el veterinario son fundamentales para controlar su estado de salud, prevenir y tratar las dolencias que puedan presentarse.

Snoopy, el personaje de la tira cómica «Peanuts» creada por Charles M. Schulz, es el beagle más famoso en la cultura popular. Ha entretenido a generaciones de lectores de cómics y amantes de los dibujos animados.

Un beagle llamado Butch vivió 28 años, estableciendo un récord mundial de longevidad para un perro. Nació en Virginia, EE.UU., en 1975, y falleció en 2003. Esto es muy inusual porque la media de esperanza de vida de un beagle es de 12 a 15 años.

Los beagle vocalizan de una manera muy peculiar. A menudo se describe como un aullido o un ladrido melodioso, que puede sonar como si estuvieran cantando.

El beagle es un perro versátil que se adapta bien tanto a la vida en familia como a vivir en un piso siempre que pueda liberar energía y hacer ejercicio diario.

Suele llevarse bien con personas de todas las edades. Este es uno de los motivos para valorarlo como mascota sin miedo a equivocarse. A pesar de ello, su tendencia a ladrar y aullar, debe ser un factor a tener en cuenta si la vivienda está en una comunidad con vecinos, donde el ruido que haga puede ser un problema.

Si el beagle vive en una casa con un pequeño jardín, no molestará a otras personas, pero se recomienda que el espacio exterior esté bien cercado para evitar que se escape. Aunque es obediente, puede distraerse si percibe un rastro e ir detrás de él. Le gusta excavar y puede encontrar algún punto débil por el que salir fuera del recinto a explorar y perderse.

Es un perro cariñoso y lleno de energía que siempre estará listo para realizar actividades, sobre todo acompañado. Es Ideal para personas y familias activas que estén dispuestas a darle tiempo de calidad para pasear, correr y jugar con él.