Dachshund: todo lo que debes saber sobre esta raza

El porte orgulloso y la peculiar apariencia del dachshund no pasan desapercibidos, es lo más distintivo de la raza.

Es un perro de tamaño pequeño a mediano, con un cuerpo largo y musculoso, patas cortas, fuertes, y cabeza y hocico alargados.

Dentro de la raza se diferencian tres variedades en relación al perímetro de su tórax (de la parte más alta de la cruz hasta la parte más baja de su pecho): el estándar, el miniatura y el kaninchen o dachshund para la caza del conejo. Además, cada una de ellas tienen ejemplares con pelaje corto, pelaje largo y pelaje duro.

• dachshund estándar: contorno del tórax de 35 a 47 cm.
• dachshund miniatura: contorno del tórax de 30 a 37 cm.
• dachshund kaninchen: contorno del tórax de 25 a 32 cm.

El peso ideal para un dachshund, en función de la variedad, generalmente se sitúa entre los 3 kg que suele pesar el kaninchen y los 9 kg que puede alcanzar el estándar.

Su color de los ojos está vinculado al color del pelaje. Suelen ser oscuros y expresivos y la mirada atenta e inteligente. Las orejas son largas y caídas, redondeadas en la punta. La cola es de longitud media y cae un poco, con una ligera curva hacia el final.

La esperanza de vida media es larga, de 12 a 14 años. Aunque sin enfermedades y bien cuidados, pueden llegar a alcanzar hasta los 16 años, mucho más que otras razas.

Las tres variedades de dachshund pueden presentar tres tipos de pelaje.

• Pelo corto: es denso, liso, brillante, duro y apretado. Es la variedad de la raza más conocida.

• Pelo largo: es liso, brillante y pegado al cuerpo, con mechones más largos en las orejas, el cuello y la cola.

• Pelo duro: a excepción de las orejas, las cejas y el hocico, su manto se compone de una combinación de la capa exterior, áspera, densa y pegada, y una subcapa interior.

En cuanto a los colores, independientemente del tipo de pelo, pueden ser muy variados y con distintos patrones. Hay ejemplares de un solo color con el manto rojo, bicolores, que combinan negro o marrón con marcas fuego, atigrados y de color arlequín o merle.

La historia del dachshund se escribe en Alemania, donde se crió y fue desarrollado para cazar tejones y otros animales de madriguera. Su función consistía en seguir rastros y excavar con sus patas metiéndose bajo tierra hasta llegar al lugar donde estaban las presas, ladrando para avisar a los cazadores de que habían encontrado algo. Durante siglos, se ganó una reputación de cazador valiente y tenaz, capaz de enfrentarse a animales más grandes que él, como jabalíes y venados cuando también era usado en la caza mayor.

Los primeros vestigios de la raza se encuentran a finales de la Edad Media, en el siglo XV, y se cree que sus ancestros eran probablemente perros de caza alemanes más grandes, cruzados con perros sabuesos de patas cortas para crear un perro más adecuado para entrar en madrigueras estrechas.

Durante el siglo XIX el dachshund se empezó a valorar no solo para la caza sino también como perro de compañía, especialmente vinculado a la realeza europea. Fue en esta época cuando su popularidad creció en Alemania y en Inglaterra, en parte gracias a la Reina Victoria que era una amante de la raza, para extenderse después por otros países de Europa, Estados Unidos y el resto del mundo. En el proceso, la raza fue refinada y se establecieron estándares para su apariencia y su temperamento.

El primer estándar de la raza data de 1879 y el primer club se creó en Alemania en 1888. El American Kennel Club (AKC) la reconoció oficialmente en 1885 y la Federación Cinológica Internacional (FCI) en 1955.

El dachshund es una raza de gran personalidad, afectuosa pero también con espíritu algo indomable.

Los dachhunds son perros de temperamento equilibrado, leales, amistosos y vivarachos. Con los miembros de su familia son cariñosos y cercanos, algunos pueden incluso llegar a ser posesivos, pero también hay ejemplares mucho más independientes.

Ante personas que no conocen suelen ser desconfiados y distantes. Este rasgo de su carácter hace de ellos buenos vigilantes y perros alerta, que ladrarán con potencia para avisar de cualquier cosa extraña o irregular que perciban.

Por lo general, el dachshund es muy inteligente y terco, y su adiestramiento puede hacerse cuesta arriba. Para tener éxito debe ser firme y coherente, siendo necesaria la constancia y armarse de paciencia. Sin una educación correcta con refuerzos positivos que le marque bien los límites y le enseñe a obedecer, es un perro que puede ser bastante rebelde. Sobre todo si no se le trata con amabilidad o se le castiga.

Es valiente, tenaz y muy decidido, hasta el punto de no medir el peligro. De su instinto natural como cazador manifiesta una actitud curiosa hacia el mundo que lo rodea.

Gracias a su excelente olfato, su fuerte instinto de caza y su fisonomía, tienen unas capacidades extraordinarias cazando bajo tierra. Son infalibles rastreando presas, escarbando y haciendo salir a los tejones, los conejos y otros animales pequeños de sus madrigueras.

La raza es juguetona y tolerante, y estará dispuesta a compartir momentos de diversión con los niños. Sin embargo, por su delicada anatomía, es muy importante enseñar a los más pequeños a tratarles sin brusquedad para no dañarles, y supervisar sus interacciones.

Con otros animales domésticos y otros perros pueden llevarse bien, pero son perros de caza y sus instintos pueden aflorar con mascotas más pequeñas como los gatos. Para que sus relaciones sean buenas y aprenda a comportarse, necesitarán ser socializados correctamente desde cachorros.

Adquiriendo unos buenos hábitos de higiene y aseo, el mantenimiento de los dachshunds es muy fácil de llevar.

Los tres tipos de pelaje que presenta la raza, requieren diferentes cuidados. A los ejemplares de pelo corto se les puede cepillar una vez a la semana para eliminar el pelo muerto y distribuir los aceites naturales de la piel. Los de pelo largo y duro sin embargo, necesitarán cepillados más frecuentes para evitar enredos y nudos. También  visitar a un peluquero canino de vez en cuando.

Se recomienda un baño cada dos o tres meses, en función del grado de suciedad que tenga. Para evitar que su piel se irrite o se reseque, es fundamental hacerlo siempre usando un champú para perros.

Las orejas largas y caídas protegen los oídos de los dachshunds usados para la caza mientras se mueven por madrigueras y terrenos difíciles. Pero, en general, estas características también pueden aumentar la posibilidad de que sufran infecciones, porque es más fácil que la suciedad y la humedad se acumulen en ellas. La mejor manera de prevenirlo, es revisar y limpiar frecuentemente los oídos con una gasa y un líquido auricular.

Los ojos tienen que estar siempre limpios y para lavarlos se puede utilizar un paño suave y húmedo. La eliminación de cualquier acumulación de suciedad o polvo evitará irritaciones o que aparezcan úlceras.

Con sus dientes también hay que adquirir una rutina de limpieza. Cepillarlos un par de veces a la semana con una pasta dentífrica para perros, eliminará restos de comida y combatirá la formación de placa dental y sarro.

Además, hay que examinar de vez en cuando las almohadillas de sus patas en busca de posibles daños, astillas o pinchos clavados,  y cortar las uñas siempre que sea preciso para garantizar que caminen con comodidad.

Los ejemplares que se usen para la caza o pasen largos periodos de tiempo al aire libre, van a precisar un control exhaustivo para evitar infestaciones de pulgas y garrapatas. Revisar el pelo y la piel después de las salidas, cepillarlo bien y usar productos antiparasitarios serán claves en la prevención.

A pesar de que sus patas cortas puedan limitarles a la hora de correr y saltar, la raza es activa, ágil y enérgica. La estimulación física y mental diaria es fundamental para mantener su temperamento estable y garantizar su bienestar.

El dachshund puede llegar a ser incansable. Adora jugar con pelotas y juguetes, y dar paseos moderados al aire libre, explorando y olfateando a su alrededor.

Si no se le utiliza para cazar, disfrutará mucho de la oportunidad de utilizar su agudo olfato en juegos de rastreo.

Las sesiones de entrenamiento de obediencia también son una opción estupenda para que esté entretenido y concentrado mientras aprende órdenes y trucos.

La alimentación del dachshund debe estar muy controlada porque tiene tendencia a ganar peso fácilmente, y esto puede dañar su salud general y aumentar el riesgo de sufrir problemas en su columna vertebral.

Su dieta debe ser equilibrada, rica en proteínas y vitaminas, y fijarse o modificarse siempre que sea necesario teniendo en cuenta la edad, el tamaño, el peso y el nivel de actividad de cada ejemplar. Para hacer lo más conveniente en cada momento, es recomendable consultar y seguir las recomendaciones de un veterinario.

Los alimentos que formen parte de la dieta tienen que ser de alta calidad, y estar formulados para razas medianas. Se puede elegir pienso seco o croquetas, comida húmeda (latas) o una combinación de ambas. Los daschunds también son muy receptivos a las recetas caseras.

Los cachorros pueden necesitar hasta tres comidas al día para satisfacer sus necesidades nutricionales y tener un crecimiento saludable. A los perros adultos se les pueden dar dos, una por la mañana y otra por la noche, para prevenir problemas digestivos y mantener su nivel de energía constante.

La principal debilidad de la raza está relacionada con sus características físicas, pero con los cuidados adecuados los dachshunds son perros longevos que gozan de buena salud.

Tienen un cuerpo de estructura alargada, que los hace más propensos a sufrir lesiones en la columna, como las hernias discales y las discopatías. Estos problemas son dolorosos, pueden causar debilidad en las extremidades y, en los casos más graves, parálisis.

Algunos dachshunds pueden padecer enfermedades cardíacas, como la enfermedad valvular degenerativa y la cardiomiopatía dilatada. Cuando alguna se manifiesta, los síntomas habituales pueden incluir tos, dificultad para respirar, letargo y debilidad.

También es una raza que suele sufrir a menudo complicaciones en su boca. Las más comunes están relacionadas con las enfermedades de las encías que, en su grado más grave como la periodontitis, puede llegar a provocar la pérdida de dientes.

Dachshund, su nombre en alemán, significa “perro tejón” y le fue otorgado por su función fundamental en la caza de este animal dentro de su propia madriguera.

La característica morfología de la raza es debida a una mutación genética que padece, que se parece al enanismo y se llama bassetismo. Afecta al crecimiento de los huesos y hace que las patas sean muy cortas con relación al alargado tamaño de su cuerpo.

Waldi fue el nombre del dachshund que se creó para ser la colorida mascota oficial de los Juegos Olímpicos de Munich en 1972. De hecho, fue la primera de unos juegos.

Con su necesidad de ejercicio bien satisfecha es un perro que puede adaptarse a vivir en un piso y en un entorno urbano sin problemas. Sin embargo, su hogar ideal estaría cerca de un entorno natural.

Es importante que esté bien educado y que atienda a la llamada cuando anda suelto porque su fuerte instinto de caza puede llevarle a salir corriendo detrás de un rastro.

Como prevención para que no sufra complicaciones y daños en su columna, se recomienda cogerlo con cuidado, poniendo una mano en su pecho y otra en la zona de las patas traseras, llevarlo en posición horizontal y evitar que salte desde alturas elevadas. Tener a mano algún escalón, escalera o rampa adaptada para que suba y baje sin riesgos del sofá o la cama será de gran ayuda.

Es un perro ladrador y sus ladridos son fuertes y profundos. Si no se controla puede generar problemas cuando vive en una comunidad con más vecinos.

El entrañable y jovial dachshund puede ser un perro de compañía más adecuado para personas y familias activas. Por eso, antes de tomar la decisión de sumarlo a la familia como uno más, es fundamental conocer bien la raza, su temperamento y sus necesidades específicas, para atenderle y cuidarle como merece. Si está contento y es feliz, la alegría y los buenos momentos no faltarán en casa.