Diques de tierra impiden que el vertido tóxico llegue a la ría de Arosa

Una mancha contaminante procedente de un almacén de productos químicos amenazó el suministro de agua corriente
Por EROSKI Consumer 4 de septiembre de 2006

Con una longitud de cinco kilómetros, la mancha contaminante producida por el incendio de un almacén de productos químicos que la empresa alemana Brenntag tenía en las proximidades de Caldas de Reis (Pontevedra) se aproxima a la desembocadura en la ría de Arousa.

Los denodados trabajos realizados para controlar el vertido por unas 40 máquinas han conseguido aislarlo con la construcción acelerada de tres diques de tierra y sacos terreros con diversos elementos que sirven de filtro a las aguas. El río se encuentra prácticamente estancado entre Caldas y el puente de Baión, próximo a la desembocadura en la ría.

Se considera superado el peligro de que los contaminantes lleguen a la ría, y las autoridades han levantado la orden de cierre de los bancos marisqueros próximos a la desembocadura del río, tomada inicialmente de forma cautelar. Lo más preocupante es el suministro de agua potable a los siete municipios de la comarca de O Salnés, de lo que se encargan 40 camiones cisterna que llevan el agua desde Catoira hasta Vilagarcía, o desde el ya casi exhausto embalse de Castro Gundín a los depósitos de la estación potabilizadora de A Torre que da servicio a toda la zona.

Reanudar el suministro

Aguas arriba de la mancha, una canalización de fortuna se prepara con el fin de que el agua sin contaminar llegue a los sistemas de distribución que abastecen a unas 100.000 personas de los nueve municipios de la comarca de O Salnés.

La Xunta, junto con Aguas de Galicia y las empresas concesionarias del servicio, trabajaron durante toda la noche del sábado para disponer a toda prisa de los 20 kilómetros de canalización que tendrá el cauce paralelo que se ha habilitado, entre las localidades de Caldas y Punta Arnela (Vilanova de Arousa), además de los movimientos de tierra para la construcción de los diques que ayer mismo quedaban terminados. Simultáneamente se han construido unas balsas para tratar en ellas una parte del agua contaminada para que no llegue a discurrir por el cauce del río. El curso fluvial afectado se está tratando también con carbono activo, carbonato cálcico y magnesita, que facilitan la inertización de los elementos contaminantes.

El conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, se reunió en Cambados con los alcaldes de O Salnés, junto con las conselleiras de Pesca y Sanidade, además de técnicos de los correspondientes departamentos gubernamentales, e informó de que es posible tratar «in situ» la mayor parte del agua y los depósitos contaminantes del fondo. El conselleiro destacó también «la buena coordinación entre las consellerías, los alcaldes y la Diputación Provincial de Pontevedra». La localidad de Cambados se ha convertido estos días en la sede del gabinete de crisis organizado para seguir el desarrollo de los acontecimientos.

Contaminación

Los últimos resultados de los análisis practicados por los técnicos e investigadores de la Consellería de Pesca de la Xunta de Galicia confirman que el agua de la ría de Arousa no está afectada por los residuos tóxicos que desde el pasado viernes están asolando una parte del río Umia que desemboca en esta ría.

Así lo confirmó la conselleira de Pesca, Carmen Gallego a los representantes de los sectores productivos de la ría arousana en una reunión mantenida la pasada noche en Vilagarcía de Arousa, y en la que se ha constatado que «los resultados de los análisis practicados al agua del mar dan negativo en contaminación».

Se ha permitido la reapertura del banco marisquero

El hecho de que se haya permitido la reapertura del banco marisquero de O Sarrido, en Cambados, que fue cerrado de forma cautelar el viernes, y que se permita la vuelta al trabajo en la ría de Arousa, ha causado optimismo en el sector que confía en que las medidas que se están adoptando frenen el avance de la gran mancha azulada compuesta de productos altamente tóxicos, y que ya ha causado una gran mortandad de peces y flora en el cauce y alrededores del río Umia.

Sin embargo, el alcalde de Cambados, Xosé Manuel Cores Tourís, ha declarado que el vertido de residuos químicos «tardará pero acabará llegando al mar». «Tenemos claro que va a llegar a la ría pero hay que ver con qué poder de destrucción, en qué condiciones y cantidades», dijo.

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